Osasuna perdió sus primeros puntos en El Sadar y se topa con esta parte poco amable de la competición en la que la casa deja de ser terreno inexpugnable. El equipo de Lisci completó una gran primera parte, en la que desniveló el encuentro con un golazo de Víctor Muñoz, volvió a demostrar que sabe defenderse cuando el Elche apretó en la reanudación, pero al final se desmoronó en el tiempo de descuento por un fallo defensivo -una mala salida de Sergio Herrera- que supuso el empate en el minuto 92. Un final muy amargo después de que los rojillos hubiesen completado un primer acto espectacular y, después, haber cambiado de cara en la reanudación.
Osasuna hizo un primer tiempo excelente, en el que unió un resultado favorable con un juego convincente y una actitud valiente. El equipo de Lisci, con el manual de instrucciones haciendo funcionar la máquina, fue muy superior al Elche y, tras unos instantes de tanteo, se llevó la contienda hacia su lado. A Eder Sarabia le funcionó su plan diez minutos, lo que tardó Victor Muñoz en firmar un golazo. Fue de las primeras oportunidades que el extremo jugó de cara y, mirando el horizonte, lanzó un quiebró y soltó un derechazo. Muy plástica le quedó a Iñaki Peña su estirada, tan recortada en el aire como inservible ante la trayectoria de la pelota impulsada por el delantero rojillo.
No había habido noticias del Elche, como no iba a suceder en todo el primer acto. Osasuna fue escalando en autoridad en el partido con el paso de los minutos, pasó a ser el dominador absoluto y a sumar ocasiones por mediación de Víctor, otra vez, y Abel Bretones, en un remate de cabeza. El Elche centró una vez con malas intenciones sobre el área de Osasuna. Poco para anotar cualquier dato en su estadística u ofrecer alguna noción de peligro.
En la segunda mitad, el Elche apretó mucho más, se hizo con el balón y fue creando oportunidades -incluso un lanzamiento al larguero obra de Rafa Mir- ante un Osasuna con criterio en defensa y sin perderle la cara al partido. Lo que no contemplaban ni aficionados ni jugadores fue el desenlance. En el tiempo de descuento, un Osasuna demasiado desordenado no fue capaz de llevar a buen término una jugada de ataque -Sheraldo Becker perdió el balón con demasiada facilidad- y en la acción de siempre, una mala salida de Sergio Herrera con Boyomo y Juan Cruz partícipes en la acción, facilitó el gol del empate. En el minuto 92, todo sienta mucho peor.