Al partido de Osasuna en Palma ante el Mallorca se le pueden asignar todos los calificativos que destaquen la importancia de la cita, otorguen gravedad al encuentro o adelanten las tórridas consecuencias en el futuro según hacia donde se vayan los puntos en juego. Lisci y su equipo se juegan muchísimo ante el conjunto dirigido por Jagoba Arrasate. Muy cerca de los puestos de descenso, producto de una caída paulatina en la clasificación a base de no sumar triunfos, Osasuna busca romper la mala racha frente a un rival ahora mismo directo para la permanencia y, de este modo, no comprometer todavía más su continuidad en la máxima categoría. Se cumple un tercio de la Liga, se aproxima el parón por la Navidad y a veces los síntomas que se muestran a estas alturas suelen ser fatales si no se remedian.

Unido al destino del equipo está más que de nadie el del entrenador. Luis Sabalza ha mostrado el apoyo de la directiva a Lisci –”no hay ningún ultimátum ni ninguna cosa”, dijo el presidente hace una semana, en la asamblea del club–, pero también es ley del fútbol que la continuidad de los técnicos depende de los resultados y que los aprietos en los que se ha metido Osasuna no favorecen tener manga ancha eterna.

La tozudez de los acontecimientos ha hecho que, tras un inicio ilusionante, las dudas en torno al entrenador han ido en aumento con el paso de las jornadas, no sólo por la no consecución de resultados –asunto principal–, sino por el decaimiento general del equipo, que ha enfilado una línea descendente a base de un pésimo rendimiento fuera de casa –un punto en siete encuentros–, una muy discutible capacidad de reacción ante las adversidades y una fragilidad defensiva favorecida por la proclividad al desorden. Que falla el plan de acción, el guion, también resulta evidente –”no sabemos cómo tenemos que salir en las segundas partes”, reflexionó Moncayola tras la última derrota–.

Los datos:

Catena, gran ausencia. La ausencia de Catena, un indiscutible en la defensa de Osasuna, es la gran baja de los rojillos para este encuentro. Tampoco están el también sancionado Arguibide y los lesionados Valentino Rosier e Iker Benito.

Mikel Serrano, novedad. El defensa de Osasuna Promesas Mikel Serrano es la novedad en la lista que componen 19 jugadores. El zaguero aragonés de 22 años puede jugar tanto de lateral como de central derecho.

Sin ganar fuera. Osasuna es uno de los cuatro equipos de Primera División que no ha ganado fuera de casa. Los otros tres son Elche, Valencia y Girona.

Irregularidad. El Mallorca perdió en su última salida a Villarreal (2-1), hizo un mal partido contra el Betis (3-0) y cambió de cara contra el Getafe (1-0) en Son Moix, donde ofreció los mejores minutos de la temporada.

Muriqi, el peligro. El delantero kosovar es el referente ofensivo del Mallorca y lleva anotados seis goles –uno de ellos de penalti–.

Un gol fuera de casa. Osasuna tiene una pésima trayectoria como visitante que se resume en un punto en siete encuentros y en un solo gol anotado.

El ambiente emocional no puede ser bueno en este Osasuna metido en una tormenta de dudas y con la confianza bajo mínimos, pero este escenario es en el que se reclama una reacción a este grupo experto en Primera y que afronta jornadas mirando hacia abajo a las que no está acostumbrado. La presión es de otro color y la prueba es de otra índole. Es la hora del compromiso, de la personalidad y del acierto.

Moncayola y Budimir están en la convocatoria y la ausencia del sancionado Catena, indiscutible en la defensa, es el asunto principal que debe resolver el entrenador. La alineación está abierta a sorpresas, entre otras cosas porque tras una semana con trabajo específico y mimo para la recuperación tampoco sería de extrañar la presencia de Budimir en el once titular. El delantero croata regresa a Palma para enfrentarse a su exequipo y Osasuna se quiere aprovechar de eso.