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"La obra que uno coloca en el paisaje debe tener integración cultural, no sólo visual"

Nacido en Sintra (Argentina) hace 55 años, preside una de las empresas punteras en ingeniería y diseño de infraestructuras, FHECOR, que además de idear el futuro puente de Cuatrovientos ha realizado obras tan singulares como el puente de la Expo de Zaragoza

"La obra que uno coloca en el paisaje debe tener integración cultural, no sólo visual"

pamplona. Hugo Corres desgrana, aún con acento argentino tras varias décadas en Madrid, los pormenores del futuro puente de Cuatrovientos con un apasionamiento muy meritorio para quien ha diseñado infraestructuras de alcance mundial y un buen día gana este concurso, en asociación con Sertecna, para resolver la entrada norte de Pamplona. "Bueno, siempre es grato volver a Navarra, de donde procede mi padre", un emigrante que a mediados del siglo XX dejó Torralba del Río sin poder imaginar que muchísimos años después su hijo idearía el puente más emblemático de la capital.

¿Cuánto tiempo y viajes requiere diseñar un puente como éste?

Pues al menos hemos viajado a Pamplona en cuatro ocasiones, aunque personas diferentes. Es fundamental entender lo que quiere la ciudad, hay que ajustarse a ella, a su plan urbanístico, a cómo respira. Este puente es un elemento más, cuyo significado proviene de la ciudad, no al revés. De todas formas, hemos trabajado en asociación con Sertecna, y tener un socio local ayuda muchísimo; ellos han hecho un trabajo muy riguroso.

¿En este caso, ha primado más la funcionalidad que la estética?

Los cánones clásicos fijan que la ingeniería debe cumplir una función, y en este caso, nos hemos centrado en superar el parque de una forma tranquila, dejándole más luz. La gente va a participar en este parque, no nos podíamos limitar a hacer una estructura para salvar un río. Al diseñar más distancia entre los apoyos, los vanos son más largos (el de Cuatrovientos mide 128 metros), lo que obliga a sujetar con cables. Así, de forma natural se converge en un pilono que ejerce de pórtico de entrada.

Es decir, no hay ornamentos gratuitos...

Hemos utilizado las estructuras funcionales para sacar partido estético y simbólico al puente, pero todo esto resulta de muchísimas pruebas y horas de trabajo. No hay inspiración divina...

Bueno, la altura de ese pórtico coincide con la de la nave central de la Catedral de Pamplona (28 metros), tal y como se reveló en la presentación...

Sí, es cierto, se trata de un guiño cultural, muy presente en la ingeniería que hacemos nosotros. Hay que pensar que intervenimos en un entorno, y debemos hacerlo de forma integrada. Por ejemplo, también pensamos en el concepto de cadena, tan presente en el escudo de Navarra (finalmente el anteproyecto se presentó al conjunto con el nombre Puerta Eslabón). El lema intenta conectar el nuevo puente con la historia de Pamplona. La obra que uno coloca en el paisaje como ingeniero no sólo debe tener una integración visual, sino también cultural.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad a la que han debido enfrentarse en Cuatrovientos?

La mayor atención la hemos puesto en la inundabilidad. Consultamos fotografías de las últimas crecidas del Arga y nos dimos cuenta de que hacía falta un vano muy amplio para no obstruir el río. Además, descendiendo a un nivel más concreto, hemos propuesto utilizar el canal de la antigua fábrica de caucho, ya derruida, para aliviar las crecidas del río.

El tráfico es otro problema muy importante en ese cruce...

Desde luego, y se dará una solución esperemos que definitiva. Sertecna (socio navarro de FHECOR en este concurso) está trabajando mucho en ello. Además, hemos prestado mucha atención a los itinerarios peatonales y ciclistas, que van a tener su continuidad por el actual puente de Cuatrovientos, que ya no soportará el tráfico rodado.

¿Qué otros puentes han realizado en Navarra?

Importantes ninguno, pero con Sertecna estamos redactando un plan gestor de los puentes navarros antiguos. El futuro pasa por mantener bien lo que tenemos.