pamplona. Las copiosas precipitaciones de los últimos días, en forma de nieve por encima de los 1.000 metros, han provocado un aumento considerable del caudal del río Arga, pero aún muy lejos de las cifras que se consideran con riesgo de inundación.
Para este invierno, existen dos novedades en Pamplona, y una de ellas se refiere precisamente a la medición del caudal del Arga, puesto que la Confederación Hidrográfica del Ebro cuenta con una nueva estación de medida en la Nogalera de Burlada. Hasta el año pasado, para calcular el volumen de agua que pasaba por Pamplona había que sumar los datos de las estaciones de Huarte y de Olave, ésta última sobre el río Ultzama, afluente del Arga aguas abajo, exactamente en Villava.
En la nueva estación de Burlada, este lunes a las 22 horas, se llegaron a medir 80 metros cúbicos por segundo (m3/seg). A partir de ese momento, el caudal comenzó a bajar rápidamente, hasta estacionarse ayer por la tarde en torno a los 25 m3/seg. En cuanto a la altura del agua, la máxima del lunes por la noche fue de 1,85 metros (ayer por la tarde ya estaba en 0,96 metros). Cabe recordar que en las inundaciones de febrero de 2009, el caudal del Arga en Huarte fue de 118 m3/seg, y del Ultzama en Olave nada menos que de 175 m3/seg.
cota elevada La otra novedad reside en las obras de elevación de la orilla del Arga a su paso por la Rochapea, elevando la cota mínima hasta los 412,5 metros de altitud sobre el nivel del mar. "Aún no se ha podido probar su eficacia -explica Patxi Fernández-, porque el caudal del río está aún lejísimos de acercarse a los muros construidos este año".