pamplona. Hace casi una década que en la cuadrilla de Gorka Fuentes decidieron reunir dinero y alquilar una bajera. Entonces eran un grupo de amigos recién salido del instituto que, como la mayoría a esa edad, se movía en manada. Ahora,"entre los que viven fuera, las novias y los trabajos", les cuesta más reunirse, aunque pese a todo mantienen un pipero, en su caso el segundo, ya que a los tres años tuvieron que irse .
"Cuando nos juntamos para alquilar nuestra primera bajera casi todas las cuadrillas de nuestra edad tenían una. Al final es una forma de tener un espacio propio para los amigos, que en una ciudad con un clima como el de Pamplona se agradece. No tienes que gastarte cuatro euros en un bar cada tarde para poder reunirte con los amigos", explica Gorka Fuentes.
Aunque desde aquellos primeros años en la bajera tanto el aforo como el nivel de decibelios se ha reducido sustancialmente, ni entonces ni ahora han tenido ningún problema con los vecinos. "Ahora nos hemos hecho adultos y estamos muy tranquilos. No somos ni la sombra de lo que éramos. Lo que más hacemos últimamente es jugar a la videoconsola y charlar. Pero ni siquiera en los primeros años con bajera tuvimos problemas con los vecinos. Tenemos el local preparado e insonorizado para no molestar a nadie", añade. Por eso, Fuentes entiende lógico que estos locales cumplan un mínimo acondicionamiento para evitar problemas con el vecindario.
Este espacio común de la cuadrilla de Gorka Fuentes apenas les supone 30 euros al mes a cada uno de los 20 que pagan la oportuna cuota mensual. Una mensualidad redondeada hacia arriba para ir sumando bote y cuadrar las cuentas sin problemas. Además, Gorka recomienda a todas las cuadrillas tener un consumo interno de bebida y comida comprada por los propios inquilinos de la bajera y vendida más cara. Todo una forma de autogestionarse.