PAMPLONA. "Más que una síntesis de la historia son fotografías que tienen una coherencia y que nos ayudan a conocer la Rochapea desde el siglo XIX hasta nuestros días". Ayer, en la presentación del libro Arrotxapea; Historia, memoria y compromiso, Patxi Abasolo, profesor de Historia en Secundaria, describía así su trabajo. La obra, cuyo diseño y maquetación ha realizado Gurutz Cilveti, responde a la necesidad del autor de colaborar a favor de la Comisión de Fiestas de la Rochapea tras quedar ésta "en números rojos" como consecuencia de las multas y tasas a las que el Ayuntamiento les ha sometido. Y es que los beneficios que se obtengan de la venta de los 500 ejemplares -a un precio de diez euros- se destinarán a que este colectivo siga realizando actividades como el Olentzero, Carnavales, Semana del Euskera, Día del Barrio y las fiestas.

Garazi López y Mikel Almagro, de la comisión, agradecieron a Abasolo la labor realizada y criticaron la "enorme opresión" que sufren por parte de UPN, en el gobierno municipal, cuyas multas y tasas "nos han dejado sin dinero". De hecho, señalaron que "estaríamos jugándonos el poder recibir como se merecen a Olentzero y Mari Domingi, el día de la Rochapea y, por supuesto, las fiestas"; algo que "es el verdadero fin que persigue el señor Maya". Ante esta situación, consideraron el libro "una solución", "un gran paso".

movimientos sociales

Los últimos 200 años del barrio

El autor, por su parte, indicó que el objetivo es que "todo el mundo llegue a abrir el libro -que recopila los artículos publicados por Abasolo en la revista Ezkaba, así como sus reflexiones en el blog de la Rochapea- y que se enganche". En sus 163 páginas, el lector encontrará "la Rochapea de los últimos 200 años", expuso. Se trata, en sus propias palabras, de un trabajo en el que se "hilvana el ayer y el hoy, con la vista puesta en el mañana". Así, según expuso, narra los cambios que se produjeron en el siglo XIX, sintetiza la historia social de la mujer navarra del XIX y principios del XX, recoge "cómo vivió la Rochapea los acontecimientos trágicos" de 1936, el movimiento obrero de los años 60 y 70, la aportación de los insumisos de este barrio al movimiento antimilitarista de los años 80 y valora cómo fue el barrio extramuros más antiguo de Pamplona hace veinte años y ahora. El inicio de cada capítulo se ilustra con un dibujo de Cilveti y una poesía y al final de cada uno hay reflexiones -la mayoría de Abasolo- sobre distintos temas: el imperialismo del siglo XIX, la crisis..., además de recuerdos a vecinos que han desaparecido en los últimos tres años, como el sacerdote Jesús Lezáun o Justo Argandoña.

Como concluyó el autor tras echar la vista atrás a lo acontecido, "aunque el barrio haya cambiado mucho, que las cosas buenas que tenía no cambien: tener conciencia de sí mismo y seguir empeñados en conseguir una Rochapea donde las personas vivan cada día un poco más felices".