Aunque no es el único problema que presentan estas instalaciones, entrenadores, jugadores y padres de jóvenes futbolistas remarcan la necesidad de dar una solución sobre todo a este problema. Es la prioridad. "Aquí juegan unos 200 chavales del Rotxapea Club Deportivo, además de otros del Inter Pamplona, del Colegio Cardenal Ilundáin o del Orvina. Además, se juegan partidos de Boscos y el año que viene queremos sacar un equipo de regional, aunque tendríamos que poner los partidos a las 15.30 horas, algo que no sería muy habitual. Únicamente con cambiar los focos podríamos sacar mucho más partido a esta instalación", explica Javier Fernández, coordinador de Rotxapea Club Deportivo (no confundir con la UDC Rochapea).
Antonio Santamaría, padre de un joven de 16 años que entrena en El Irati, considera que se trata de una reivindicación razonable, a pesar de la coyuntura actual. "Solo pedimos estar en igualdad con el resto de instalaciones municipales y, de hecho, creemos que el Ayuntamiento ahorraría dinero a la larga cambiando los focos, ya que al final se gasta mucho más en mantenimiento. La iluminación actual no es para un campo de estas características porque se trata de iluminación urbana y no deportiva. Somos uno de los barrios más poblados y tenemos las instalaciones municipales más obsoletas", explica.
Según explican a este periódico una decena de padres, entrenadores y algún jugador, el Ayuntamiento conoce desde hace años esta situación. Su respuesta, sin embargo, no les ha dejado satisfechos. "Nos da la impresión de que nos dan largas y de que se pasan la pelota de unos a otros", añade Iñaki López, padre de un jugador de 14 años del Rotxapea. "La última reunión fue hace tres meses y ya hemos hablado al menos con cuatro personas diferentes, llevamos años de un lado a otro", matiza Javier Fernández.
Precisamente este fin de semana, el cambio horario dará un respiro a quienes utilizan El Irati, al alargarse el día una hora. Sin embargo, la temporada se encuentra ya en su recta final y, a la vista de la actitud del Ayuntamiento hasta la fecha, tras el verano podría comenzar otra temporada a oscuras. "Hay cinco meses en los que a la tarde se entrena sin luz. En invierno, desde las 17.30 horas no se ve nada y en esta época a las 19.00 ya ha empezado a oscurecer. Se trataría de una inversión de entre 30.000 y 40.000 euros para un montón de años y de la que se beneficiarían todos los que utilizan este campo", explica Ricardo Juguera.
Casi 27 años después de la inauguración de El Irati -pasó a ser de hierba artificial en 2002- su iluminación apenas alumbra pequeñísimas parcelas a los pies de los focos. Una situación evidente de la que los responsables de corregirla no parecen darse por enterados.