pamplona - Koldo Badillo nacido en Orduña (Bizkaia) hace 57 años, muestra en su libro Los ríos más bellos, las fotos y las características principales de 32 ríos de toda Euskal Herria, de los cuales 24 pasan por Navarra.

Movido por su pasión por la naturaleza, Badillo se graduó en Biología, aunque ahora trabaja como controlador de imagen en la productora TV Bainet. Además, Badillo compagina su trabajo en el programa de cocina de Karlos Arguiñano o en Bricomanía, con su pasión por la fotografía. Como fotógrafo free lance, Badillo colabora con varias publicaciones, sobre todo con El mundo de los Pirineos y Euskal Herria. Además, en 2006 publicó su libro de autor Colores de Navarra y expone sus trabajos regularmente, ahora está en circulación Del Caos al Laberinto.

Además, el pasado 2 de octubre presentó su último libro, Los ríos más bellos, que él mismo define como “una apuesta editorial valiente y arriesgada por lo que tiene de original en varios aspectos”. Con esto Badillo se refiere a que el libro cuenta con 32 fotografías panorámicas desplegables, una por cada río. Porque es eminentemente fotográfico, aunque lleva fichas descriptivas de cada río y unas propuestas de paseos, predomina la imagen. Y por último, por el tipo de fotografía. “He tenido total libertad para este trabajo y un plazo de año y medio. He seleccionado ríos que para mí son más fotogénicos, he elegido sus rincones a fotografiar e incluso he propuesto algunas fotos poco documentales”, señala Badillo.

Además, con este proyecto Badillo ha aprendido mucho sobre la geografía de los ríos. “Héctor Ortega, autor de los textos, me explicó que cuando un río confluye con otro, el que se queda el nombre es el que menos varía su trayectoria. Aunque hay excepciones, como cuando el Arga se une al Arakil”, explica.

fotografías Lograr algunas de las instantáneas no ha sido tarea fácil, como por ejemplo la de la ría del Oria (pag 107). “Primero tienes que buscar el lugar y luego la luz. En la ría del Oria, esa niebla especial solo aparece una vez cada diez años”, explica Koldo. No obstante, no fue la única foto complicada. Para poder sacar la del Biduze (pag 19), Koldo tuvo que acudir durante varios días hasta encontrar el momento adecuado para sacar la foto. “Al final ya iba con la auto-caravana, dormía ahí y me levantaba cuando amanecía. No fue a la primera, sino que es una cuestión de tiempo y suerte”, comenta Badillo con una sonrisa.

“El Irati, en el embalse de Irabia, es un sitio mítico, por lo que había que retratarlo de una forma diferente, así que saqué la foto cuando los primeros rayos de sol tocan el agua. No hay otro truco, si bien antes hay que llegar hasta allí y para ello hay que atravesar una carretera cortada y andar durante 1 hora de noche”, apunta. La fotografía del Urtxuria (pag 75), una de las favoritas del autor, también genera reacciones de lo más diversas. “Mucha gente ve esta foto y se alarma, piensan que hay Photoshop. No obstante, se debe a que es una zona con vegetación que está a la sombra y el último sol de la tarde de otoño pega en los árboles de arriba y se refleja”, comenta Koldo, para quien es más impactante “la realidad que la foto”.