El Ayuntamiento estudia habilitar parte del puente del Vergel y la cuesta de Curtidores como aparcamientos
En ambos casos, el estacionamiento quedaría reservado a los vecinos del Casco ViejoUno o dos carriles del viaducto de la Madgalena quedarían cerrados al tráfico
pamplona - Ante los graves problemas de aparcamiento que sufren los vecinos del Casco Viejo, donde existen tres tarjetas de estacionamiento por cada plaza, el Ayuntamiento de Pamplona ha iniciado los estudios para encontrar lugares alternativos con los que paliar la carencia actual, al menos en parte. Aunque no hay una decisión tomada y faltan estudios al respecto que avalen el proyecto, existen dos espacios concretos que estarían destinado para el estacionamiento exclusivo de los residentes en la zona: el puente del Vergel y la cuesta de Curtidores.
Para la primera opción se ha planteado la posibilidad de habilitar como espacio de aparcamiento uno o dos carriles de los cuatro con los que cuenta el citado viaducto. Es el proyecto que está más desarrollado, ya que cuenta con un estudio previo de ingeniería, y apenas afectaría al tráfico rodado ya que en la práctica solo se utilizan dos de los cuatro carriles del puente, uno en cada sentido.
Está pendiente un estudio más detallado por parte de la sección de Tráfico del área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento para conocer las posibilidades reales de limitar el acceso por uno o dos carriles y la afección que podría tener en la circulación, tanto de los vehículos privados como de los autobuses urbanos que atraviesan el puente del Vergel.
Construido en 1990 para sustituir al antiguo puente de San Pedro en la comunicación con los barrios de la Rochapea y la Magdalena, incapaz de atender al tráfico creciente de vehículos en la zona, su diseño dejó cuatro carriles, dos en cada sentido. Sin embargo, en el vial que va desde la Rochapea hacia la Magdalena los dos carriles se fusionan en uno al llegar al final del puente; mientras que en el sentido contrarios los vehículos llegan también por un único carril, que se divide en dos al llegar al puente.
La segunda opción se presenta en principios menos problemática, ya que se trataría de acondicionar un vial ahora inutilizado como es la cuesta de Curtidores (la que conecta Santo Domingo con la avenida de Guipúzcoa) como espacio de aparcamiento reservado.
Este vial, que antes servía de enlace del tráfico rodado hasta la Rochapea, dejó de ser utilizado hace años, pero mantiene el pavimento que permitiría convertirlo transitoriamente en lugar de estacionamiento de vehículos. En ningún caso, aunque finalmente se optase por tal opción, el vial permitiría una conexión directa de los vehículos con la avenida que baja desde la iglesia de San Lorenzo.
sin acceso a l avenida Si se contempla la colocación en la parte alta de la cuesta de una pequeña rotonda para facilitar la movilidad de los vehículos, siempre de residente del Casco Viejo, que se acercan al lugar para dejar sus coches.
El problema de estacionamientos en la zona viene de largo y los proyectos que existen sobre la mesa, como la peatonalización parcial del Casco Viejo, no harían más que aumentar el problema para los residentes.
El Ayuntamiento conoce bien el problema, sobre todo desde que la ejecución de las obras contra las inundaciones llevadas a cabo en la zona de los Corralillos obligaran a que se dejara de utilizar un espacio de aparcamiento en superficie que se venía utilizando entre Corralillos, Club de Remo y Curtidores.
Las obras, que estarán acabadas en breve, van a traer una reducción del 25% de las plazas allí disponibles (de las 421 plazas van a quedarse unas 300).
En el mes de noviembre, responsables municipales mantuvieron una reunión informativa con los vecinos para explicar los cambios previstos, no sólo en relación a las crecidas del río, sino también al estado posterior de la urbanización de la zona.