pamplona - Son bajitos, no superan los doce años y hace poco más de una semana se alzaron con el primer puesto del Campeonato de España de Colegios de Ajedrez. Se trata de Leyre Abrisqueta Zudaire, de 11 años, su hermana Inés, de 9 años, Íñigo Ayúcar Núñez, que suma 10 primaveras y Aimer Del Carmen Hernández, que a sus 12 años es el mayor del grupo. Los cuatro estudian en el colegio Nuestra Señora del Huerto y acudieron al campeonato capitaneados por Diego Blanco, su delegado.

“No lo teníamos fácil. Cuando empezamos el torneo partíamos sextos y no es sencillo remontar hasta un primer puesto. Fue una sorpresa tras un torneo muy sufrido y con mucha tensión”, asegura el delegado con una sonrisa que trasluce la emoción que vivió durante el torneo. A su alrededor, pendientes de cada una de las palabras que pronuncia su delegado, están los cuatro campeones. “Yo sentí mucha alegría”, confiesa Íñigo. “Para mí fue una sorpresa”, apunta Inés, la benjamina del grupo, mientras observa el trofeo, que descansa en manos de Íñigo. Atrás quedan las horas de entrenamiento, los nervios, la presión de enfrentarse a 33 colegios de todo el Estado y hacerlo en representación de Navarra. Ahora es momento de disfrutar el resultado del trabajo bien hecho y de prepararse para su próximo reto; el Campeonato de Europa.

“En este encuentro los txikis compitieron en equipos de cuatro. Jugaron seis rondas enfrentándose a aquellos equipos que tenían tantos puntos como ellos o similares”, explica Blanco. Y es que, según apunta el delegado del equipo infantil de Nuestra Señora del Huerto, “tras jugar cada ronda acumulan una serie de puntos que al final se suman. Y el que más tiene, gana”. En esta ocasión, los txikis pasaron tres días en Buitrago de Lozoya (Madrid), la sede del concurso, y volvieron a la Comunidad Foral con un enorme trofeo dorado que emulaba a un rey de los que se usan en ajedrez.

“En principio yo no iba a hacer ajedrez, sino que me iba a apuntar a danza. Pero no había plazas y una amiga de mi madre me ofreció probar y me apunté”, confiesa Leyre, que ya hace cuatro años desde que descubrió las bondades de esta disciplina. “Soy campeona de España de la categoría individual de rápidas y tercera en la de lentas. Además, también gané el campeonato de Navarra y quedé subcampeona del circuito escolar”, señala esta joven jugadora. “Yo aprendí de mi hermana. Con 5 años jugué mi primer torneo sin haber ido nunca a una clase, solo con las enseñanzas de mi hermana”, comenta Inés, que también ha hecho sus pinitos en esta disciplina, ganando la categoría sub-10 del campeonato de Navarra y un quinto puesto en el circuito escolar. Por su parte, Aimer, que comparte equipo con las hermanas Abrisqueta en Oberena, aprendió con su abuelo y ha sido “cuarto en el campeonato de Navarra muchas veces y una segundo”. “A mí lo que más me gusta del ajedrez es la estrategia, tener que estar atento todo el rato y pendiente de todo”, asegura Íñigo, que entrena en el Gazte Berriak y acumula algunos premios en “torneos de Burlada y Ansoáin”.

beneficios El ajedrez, un juego en el que la estrategia es esencial, es muy beneficioso para los niños y niñas, ya que, entre otras cosas, les dota de armas que pueden serles de gran utilidad en un futuro. “Esta disciplina fomenta las cualidades deportivas de los chicos y chicas. Por ejemplo, el respeto a los rivales, aprender a gestionar el estrés, las derrotas y las victorias... Académicamente les ayuda mucho con todo lo relacionado con las habilidades geométricas y matemáticas además de ayudarles a desarrollar el pensamiento lógico y a aprender a manejar el tiempo, algo que a mí me parece esencial para su vida adulta”, confiesa el delegado del equipo.