Del histórico restaurante Hartza al galardonado Ábaco

El restaurante Hartza, que durante muchos años ostentó la categoría de mejor restaurante de Pamplona, protagonizó ayer el último servicio de una vida dedicada a la cocina. Las tres hermanas Arza -Juana Mari, Manoli y Julia- acudieron ayer tarde al local de la cuesta de Labrit que dirigieron desde 1985 para acompañar a los hermanos Jesús y Luis Íñigo, del bar restaurante Ábaco de Huarte, que a partir de octubre serán los encargados de regentar el negocio.

Fue algo parecido a un traspaso de poderes entre gobiernos, pero con mucho más calor y cercanía, rodeados de amigos y clientes de toda la vida que quisieron así homenajear a tres altsasuarras excepcionales que fueron capaces de hacerse un hueco en un mundo dominado por los hombres, al menos en lo que se refiere a sus referentes en la profesión.

Jesús y Luis Íñigo esperan que el traslado a Pamplona suponga también un salto en su meteórica trayectoria. Llevaban desde 2008 en el edificio del museo de Arte Contemporáneo de Huarte y consideraban necesario dar un paso hacia adelante en su progresión. Solo les faltaba un local con encanto, que fuera atractivo para lanzarse a su nueva aventura y que encajara en sus posibilidades. Después de más de un año de negociaciones, el acuerdo se cerró hace poco y ayer fue su presentación oficiosa ante la sociedad pamplonesa, con el compromiso de mantener las esencias del local.

Cambio de cocina “Vamos a transformar la cocina y a realizar algún cambio en la decoración, pero el resto va a seguir igual porque queremos mantener esa imagen del local”, expresó Jesús Íñigo. La estructura del restaurante seguirá siendo la misma, pero la innovación será el verdadero plato fuerte. A partir de octubre podrán degustarse las nuevas elaboraciones que llevan pensado desde hace más de un año y sobre las que ayer no quiso adelantar nada, pero que a buen seguro agradarán a sus futuros comensales.

Una de las hermanas, Juana Mari Arza, reconoció que tenían más de una oferta, pero se decantaron por los hermanos Íñigo debido a su experiencia y seriedad en el trabajo de todo el equipo, integrado por Jhon Edison, Michael Expósito, Nerea Sistiaga, Andrés Mora, Mikel Alonso, Luis Íñigo, Jesús Íñigo, Ricardo Vargas e Íñigo Jiménez.

Las tres hermanas comentaban con nostalgia los años vividos en el local. Los buenos y los malos, como aquel atentado que en 1984 sufrió Manoli cuando un pistolero de extrema derecha le disparó a bocajarro en el abdomen. No pudieron con ella, lo único que consiguieron fue que se trasladaran a un local unas cuantas puertas más abajo donde el Hartza logró su máximo esplendor.

Entre bromas desvelaron que Julia fue con mucha diferencia la mejor cocinera de las tres, pero al final todas desempeñaban el mismo trabajo dentro y fuera de la cocina, siempre tratando de prestar el mejor servicio de cara al público.

Esta nueva etapa, que comenzó ayer con la presentación del nuevo proyecto en el futuro local del Ábaco, fue muy bien acogida por los asistentes. Acudió el cocinero Álex Múgica y otras personalidades de la política como el candidato de Geroa Bai al Congreso, Daniel Innerarity; Íñigo Alli, candidato de UPN-PP; Enrique Maya portavoz regionalista en el ayuntamiento; Maite Esporrín (PSN) y el abogado Andrés Percaz.

Lo de ayer solo fue un adelanto. El Ábaco aspira hacer de este local un lugar de agradable acogida con las sorpresas que todavía están por ver y que los clientes podrán disfrutar.