Probablemente ningún suscriptor del Casco Viejo y el Ensanche se dará cuenta. Pero el lunes su periódico vendrá distinto. Luis Alejo González no habrá participado en el reparto, y desde que DIARIO DE NOTICIAS existe eso solo pasaba en Navidad, año nuevo y Viernes Santo. Poco más. En furgoneta, a pie y en patinete a Luis no se le escapaba ningún rincón de su territorio. Con la Gaceta del Norte, con Deia, con Navarra Hoy y hasta el domingo con DIARIO DE NOTICIAS. Puntual con la información. Con un madrugón de miedo. Ayer igual de eficiente, pero más despacio. Tomándoselo con calma. Era el último reparto de Luis Alejo, recién jubilado. "Me da pena porque se me va a quedar un vacío. Sé que he cumplido bien, he trabajado y no he fallado. Lo malo no es que lo dejo... lo jodido es que me estoy haciendo viejo. Ahí ya no podemos hacer nada", comenta sonriente.
Ahora tiene 62 años y solo contaba nueve cuando comenzó a ayudar a su madre con la Gaceta del Norte "para que la mujer llegara antes a casa". Medio siglo más tarde con razón dice su esposa, Ana Siles, que esto del reparto "lo lleva en el ADN y ha forjado su personalidad". No pasaba de los 14 años y a Luis, a fuerza de verle a diario con su madre, la empresa le adjudicó su primera responsabilidad: unos 25-28 periódicos para entregar por la Txantrea y San Pedro. "Empecé con una bicicleta BH. El periódico venía desde Bilbao a Correos, ahí lo recogía y tranquilamente hacía el reparto".
Después se dedicó a otras historias -los estudios, trabajar en una tienda, la mili-, aunque seguía ayudando a su madre. Un día ella tuvo un accidente: "Le pilló un coche repartiendo y se tuvo que quedar en casa. Entonces por no perder el trabajo me lo quedé yo. Y como ya me lo conocía, a los del Deia les pareció bien". Más tarde nació Navarra Hoy "y nos buscaron a mi hermana mayor, que también repartía, y a mí". Al cerrar les tranquilizaron: "no os preocupéis, vais a seguir con nosotros con el nuevo periódico que vamos a sacar. Salió y hasta ahora estoy con Diario de Noticias", resume.
La rutina
Luis tiene su ruta grabada a fuego, un GPS de serie que actualizaba en función de los cambios de circulación y nuevas suscripciones. A la una y media de la madrugada, tan pronto que en realidad es tarde, ya esperaba su montonera empaquetada de periódicos en las instalaciones de Diario de Noticias, en el polígono Areta. "Con esta pandemia se ha visto muy mermada, porque de la víspera del 8 de marzo del año pasado a hoy los periódicos que entregó se han reducido un 30%. Figúrate la de bares y hoteles que se han tenido que quitar la suscripción", comenta.
Que si a Baja Navarra primero, luego aparca en el Hotel Avenida y saca a pasear el patinete, que si en la zona de los Militares, a pie por la zona de autobuses... y así hasta las cinco de la mañana, hora habitual de llegada a casa. Dormía un poco, ducha y a su otro trabajo, un puesto de conserje en una portería que mantiene.
Luis Alejo, a las puertas de Diario de Noticias en el polígono Areta, lugar al que hasta ayer acudía a las 1.30 horas para recoger los periódicos del reparto.
La familia ha echado cuentas y pensaron que era hora de jubilarse del reparto. "Me ha gustado porque lo he vivido. He disfrutado repartiendo y he hecho amistades", recuerda echando la vista atrás. "Gracias a lo que ganaba de asalariado más esto de autónomo he podido ofrecer a mis hijos la formación que han deseado, y ahora están trabajando. Y eso es un orgullo muy grande". Ahí interviene también su mujer: "Ha dejado un legado. Con los críos no es lo que les dices, sino lo que ven. Y han visto el respeto al trabajo, el esfuerzo y el cariño en la familia... y que las cosas bien hechas tienen su recompensa. Eso es mucho", dice Ana.
"Hombre, también he tenido perjuicios", retoma él. "Porque se iba toda la cuadrilla a cenar y yo a casa. Y pasas un poco de envidia. Pero he hecho muchos almuerzos con la cuadrilla, que eso sí podía, y comidas con la familia. A las cenas ya... o ibas con agua o no ibas". Por último, Luis agradece a su familia por aguantarle pese a la escasez de vacaciones y a sus amigos por estar ahí y dejarle un coche siempre que su camioneta se averiaba. Aprovecha también para despedirse de los suscriptores del Casco Viejo y el Ensanche y mostrar su agradecimiento: "Aunque no te lo creas, hay suscriptores que me dejaban aguinaldo, con una nota que ponía 'esto para el repartidor del Diario de Noticias'"."Una pamplona diferente"
Sus hijos también han querido participar de este homenaje. Mikel y Asier le recuerdan a su padre que "nos diste a conocer una Pamplona diferente. Por la noche, cuando hacíamos juntos el reparto, la ciudad era nuestra. Ahí comprendimos que el reparto tenía esa magia, y por qué era tan especial para ti. Has puesto las calles durante más de 50 años... se dice pronto. Te damos las gracias por el ejemplo que nos has dado, tantos años de esfuerzo, madrugones, nieves y calores, para que no nos faltase de nada. Te felicitamos por tantos años de sacrificio y disfrute del reparto. Esperamos que a partir de ahora puedas disfrutar de nuevas pasiones y descubrir la magia de otras ciudades, otras madrugadas, y otros momentos. Porque ahora hay tiempo para todo eso. Y que las compartas con nosotros como siempre has hecho".