Un total de 23 titulares de alojamientos turísticos, la mayoría en Pamplona, han sido sancionados durante el pasado año 2022, dentro del Plan de Inspección de Turismo 2022-2023, puesto en marcha por el Gobierno de Navarra. La dirección general de Turismo se ha propuesto controlar exhaustivamente la oferta turística, y va a intensificar las inspecciones de los apartamentos clandestinos de cara a San Fermín, unas fechas para las que el número de habitaciones y pisos ilegales para alquilar prolifera de manera alarmante por las plataformas on line. De hecho, el control de la legalidad, junto con la previa ordenación jurídica del sector turístico, con la inscripción en el Registro de Turismo de Navarra, pretende “impedir, o al menos dificultar”, que puedan “existir actividades al margen de la ley”, evitando la práctica de actividades clandestinas, así como el intrusismo profesional. 

 De este modo, dentro del citado Plan de Inspección, el pasado año 2022 se realizaron 695 actuaciones, de las que 145 consistieron en la comprobación de inicio de actividad, 24 de modificación de la misma, 2 por cese del negocio no comunicado y 195 se referían al cumplimiento de la normativa turística. Pero, además, otras 80 intervenciones fueron encaminadas a la eliminación de las actividades y servicios turísticos clandestinos, de donde se ha concluido las 23 sanciones interpuestas por incumplimiento de la normativa. Hay que señalar que este tipo de incumplimientos puede tener una sanción de 9.000 euros en caso grave y en el caso de ser considerada como muy grave por reincidencia, hasta con 75.000 euros.

Junto a estas actuaciones, se han realizado 55 informes de adecuación a la normativa turística solicitados por promotores, entidades locales y restantes departamentos de la Administración y grupos de acción local, señala el Gobierno foral.

PERSEGUIR EL INTRUSISMO

 En concreto, la realización de estas inspecciones tiene como objetivo que la oferta turística de Navarra mantenga “unos estándares adecuados de calidad”, tanto en las instalaciones como en la prestación de servicios, y, en este sentido, se centra en perseguir “el intrusismo y la competencia desleal” eliminando la actividad clandestina. Asimismo, se busca garantizar los derechos de los turistas y alcanzar una aplicación homogénea de la legislación turística y, así, establece unas pautas comunes en las inspecciones. 

Según señala el Gobierno de Navarra, y como viene realizándose desde años atrás, se ha continuado “con el seguimiento del control de la oferta clandestina tanto de apartamentos como de viviendas turísticas, de tal manera que en 2022 se han realizado 375 acciones de comprobación.

¿Cómo se llevan a cabo estas actuaciones? En muchos casos, Turismo analiza las informaciones comunicadas por personas particulares o comunidades, bien vecinos afectados o por el propio sector, mediante las cuales “se logra identificar aquellos establecimientos donde se prestan actividades al margen de la legalidad”. Pero también esta resultando “clave” el control minucioso que desde Turismo se esta llevando a cabo y los datos analizados y extraídos de las plataformas de alquiler vacacional más conocidas. En este sentido, y como recoge la Ley Foral de Turismo, las plataformas turísticas (tipo Airbnb y Booking) deben comunicar, como así se les solicitó desde el Ejecutivo, información acerca de los apartamentos turísticos que se ofrecen en sus páginas sin el código de inscripción del Registro Turístico de Navarra, un requisito obligatorio. De hecho, en el verano pasado, se comprobó que en la plataforma Airbnb se publicitaban, sin hacer constar el citado código, 54 apartamentos de alquiler completo en Pamplona y 16 más en Booking, según los datos del Gobierno de Navarra, quien informa también de que, tras estos controles, se han tenido que eliminar más de 70 anuncios de este tipo.