Los pasos peatonales semaforizados habilitados en el entorno de la rotonda de San Jorge absorben buena parte del tránsito peatonal de la zona. Así se desprende de los primeros datos de utilización recogidos por el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona, que muestran que el 72% de la ciudadanía hace uso de esos pasos de cebra. Únicamente el 28% sigue prefiriendo el paso subterráneo, que se usa principalmente para atravesar el barrio de forma diagonal.
El Ayuntamiento de Pamplona habilitó ya en el mes de septiembre como medida urgente sendos pasos de peatones dobles y con semáforo en la avenida de Navarra y en la avenida de San Jorge, en los cuatro cruces.
De esta forma, se trató de dar respuesta a la creciente demanda ciudadana de ofrecer una solución en superficie a la movilidad en el barrio, actualmente condicionada por el tráfico rodado de estas dos grandes vías. El análisis recoge los flujos peatonales en las cuatro manzanas que confluyen en la rotonda soterrada de San Jorge.
La manzana donde mayor uso se ha realizado de los pasos peatonales en superficie es la que se encuentra entre ambas avenidas y las calles doctor Juaristi y doctor José María Reparaz, donde se ubican el colegio público San Jorge y el campo de fútbol municipal. En este caso, el 84% de la ciudadanía opta por los nuevos pasos de cebra, frente al 16% que elige atravesar la plaza soterrada.
De esa manzana, el paso más utilizado es el que conecta con la continuación de la calle Doctor Juaristi, que se usa por el 64% de la población, mientras que otro 20% atraviesa la avenida de San Jorge en dirección al polideportivo y el colegio público Sanduzelai.
Le sigue, en cuanto a preferencia por los pasos peatonales en superficie, la manzana comprendida entre ambas avenidas y las calles doctor Juaristi y doctor Simonena. En este caso, el 80% de la ciudadanía atraviesa los pasos peatonales en superficie, mientras que un 20% se decanta por el paso subterráneo.
Análisis de los datos recogidos
Siguiendo la tendencia de la otra manzana, el paso más utilizado es el que atraviesa la avenida de Navarra, en las proximidades de la calle doctor Juaristi, en dirección al C.P. San Jorge y al campo de fútbol municipal, elegido por el 59% de la población. En el caso del paso de peatones que atraviesa la avenida de San Jorge desde esa misma manzana hacia el local conocido como la Ballena Verde, el tránsito que absorbe es del 21%, si bien en dirección contraria es del 40%.
De hecho, el estudio refleja que, dentro del tránsito peatonal en esa manzana comprendida entre la avenida San Jorge, la avenida de Navarra y la plaza Sanduzelai, el 75% usa pasos peatonales y el 25% de los peatonales se decantan por la plaza soterrada para llegar a otros puntos del barrio. De ese 75%, el mayor flujo (40%) va en dirección a la calle doctor Juaristi y el 35% hacia la zona del polideportivo y el colegio Sanduzelai.
Por último, desde esa manzana en la que se encuentran ambas dotaciones públicas, el movimiento peatonal en superficie alcanza el 64% de todos los flujos peatonales, por lo que el 36% sigue prefiriendo el paso subterráneo. La dirección en superficie es mayor hacia la zona educativa del otro lado de la avenida de San Jorge, con un 34% de recorridos peatonales y un 30% para atravesar la avenida de Navarra en dirección a la Ballena Verde.
Del estudio de los movimientos peatonales en el barrio se desprende, asimismo, que la opción de utilizar la plaza soterrada es más demandada cuando los movimientos dentro del barrio se realizan en diagonal. En estos casos, uno de cada dos ciudadanos recurre a los pasos subterráneos.
Pasos de peatones dobles y semaforizados
El Ayuntamiento de Pamplona inició en el mes de junio las obras de adecuación y rebaje de aceras y pintado de pasos, para mejorar la movilidad en un barrio como San Jorge, dividido por la avenida de Navarra y la avenida de San Jorge, ambas con un gran volumen de tráfico. El coste de esas obras fue de 157.943,86 euros. Además, se instalaron semáforos en las intersecciones y se reforzó el alumbrado para los peatones en los puntos de cruce, para garantizar la seguridad de los viandantes. La obra, que se realizó en dos partes, contó fondos europeos Next Generation EU.
En la ejecución de cada uno de los pasos de peatones se ha buscado asegurar que el nuevo cruce sea el más directo posible para los viandantes, primando la seguridad de sus futuros usuarios. Todo ello, tratando de no aumentar las afecciones a los vehículos ocupando carriles de circulación y minimizando las afecciones a elementos existentes.
