“Hemos abierto y cerrado un restaurante en menos de doce meses. Es un golpe duro, pero estamos contentos porque tenemos claro qué queremos: volver a los orígenes”, señala Ángel Martín, fundador, junto con su mujer Emily Watts, de Basque Truck.
El matrimonio, tras bajar la persiana del establecimiento de la calle Tejería, reinauguró este viernes el local de Sarriguren, donde cocinarán sus curiosas hamburguesas de colores inspiradas en los mercados de Londres y Nueva York.
“No va con nosotros eso de comer una hamburguesa sentado en una mesa y con cuchillo y tenedor. Somos comida callejera, street food de calidad. Nos habíamos desviado de nuestra esencia y hemos querido regresar a las raíces”, subraya Ángel.
Basque Truck, situado en la calle Bardenas Reales 86, abre los viernes, sábados y domingos de 19.30 a 23.00 horas y ofrece hasta 11 hamburguesas gourmet para llevar. “Es la misma filosofía que los food trucks, pero sin las ruedas”, bromea.
Los clientes pueden pedir la comida in situ, reservarla por teléfono o que se la envíen a su domicilio si vive cerca de Sarriguren: Erripagaña, Mendillorri o Lezkairu.
Ángel y Emily mantienen los buques insignia que les permitieron triunfar durante la pandemia.
Sepia –pan negro casero de sepia, hamburguesa de sepia, ali oli de eneldo, lima y salsa casera de sweet chili–, Oilasko –pan casero de espinaca, pollo, queso gouda de pesto rojo, salsa césar casera, cebolla pochada, polvo de maíz, tomate y berros–, Secreto Ibérico -pan casero de cereza, hamburguesa de cerdo ibérico, puré de patata, cebolla pochada, pera caramelizada, polvo de almendra, queso havarti, rúcula y salsa verde casera o Txuleta: hamburguesa de chuletón, panceta curada de Euskal Txerri, velo de queso padano, salsa casera de piquillo, cebolla pochada, tomate, rúcula y aceite de trufa. “Es para los más caprichosos porque es un producto selecto”, apunta.
Basque Truck sigue ofreciendo sus hamburguesas con angus, una carne selecta por su exquisito sabor, y regresa a Sarriguren con una nueva creación, la Tijuana Burguer: pan de brioche blanco, doble hamburguesa de angus de 100 gramos cada una, panceta curada, tomate, mézclum, queso cheddar, jalapeños, guacamole, cebolla crujiente y salsa verde.
Además, cada mes y medio sacarán una hamburguesa “exclusiva” de pulled pork –cerdo desmigado– o de roast beef, buey asado al horno. “Hemos arrancado con 11 hamburguesas, variedad de sobra; pero queremos darle amplitud a la carta para que la gente vaya descubriendo cosas nuevas”, indica.
Pan casero de colores
Ángel y Emily reciben los delanteros de vacas de raza Pirenaica y pican las faldas, agujas y costillares “con el porcentaje exacto de grasa que queremos meter en cada hamburguesa. Terminamos con los brazos cansados, pero es nuestra filosofía”, defienden. A continuación, se añade pimienta, ajo seco y sal. “Nuestros clientes comen carne súper natural, sin aditivos, sin nada”, subrayan.
El matrimonio también continúa elaborando artesanalmente sus singulares panes de colores –remolacha, cúrcuma, sepia o espinaca–, en el obrador de Sarriguren, aunque un proveedor les echa una mano.
“Nos hemos pegado mucho tiempo acostándonos a media noche y levantándonos a las cinco de la mañana. También hay que descansar. Hemos conseguido un proveedor que nos prepara el 50% del pan y es bastante parecido al nuestro”, asegura Ángel.
En el establecimiento de Sarriguren trabajarán Ángel, Emily y tres empleados que “puntualmente nos echarán una mano”, informan.
Además, el matrimonio ha dado una nueva imagen al local que inauguraron en verano de 2021 y que hasta ahora ejercía de obrador. “Hemos metido blancos, negros y chapas industriales porque queremos conseguir la imagen de los food trucks y de la comida callejera”, explican.
Carretera y manta
El local de Sarriguren estará abierto de noviembre a junio porque en verano Ángel y Emily cogerán sus furgonetas y con su cocina móvil agasajarán los paladares de medio Estado: León, Zaragoza, Donosti, Vitoria...
“Tenemos mucha clientela fiel que está esperando que llegue el verano para probar nuestras hamburguesas. No los queremos dejar tirados así que Emily y yo nos montaremos en la furgoneta y recorreremos las fiestas que haya en los pueblos”, adelanta Ángel. Carretera y manta.
