La asociación de vecinos y comerciantes Milagrosa-Arrosadia han reclamado al Ayuntamiento de Pamplona soluciones para los chavales que viven y duermen en los porches del antiguo cine Guelbenzu desde hace al menos tres semanas. La asociación pone el foco en el Ayuntamiento como propietario del antiguo local que está destinado a ser centro sociocultural para el barrio.

El problema deriva de que las personas “orinan y defecan en esa misma calle con las consecuencias que ello conlleva de insalubridad, malos olores y molestias para los vecinos”. “Como Asociación queremos poner voz a todos estos vecinos que están sufriendo esta situación sin que, a pesar de las múltiples quejas presentadas en varios organismos, se les haya hecho caso y que la única respuesta que han recibido es que no se puede hacer nada”, subrayan.

Asimismo, apelan al Consistorio para que busque “una solución para estas personas que se ven abocadas a vivir en la calle, y más hacia el tiempo que vamos, que va a ser mucho más frío”. “Lo primero que queremos es que los reubiquen porque no es una situación digna para ningún ser humano y, en segundo lugar, que instalen letrinas o baños portátiles, y se intensifiquen las tareas de limpieza en calle por higiene”, destacaba ayer un denunciante.

“Sabemos que son chavales que han estado en la parroquia San Fermín, que fueron desalojados y ahora duermen en los porches de los cines. Durante el día salen fuera pero por la tarde y por la noche regresan, y se protegen entre contenedores o entre coches para hacer sus necesidades y encontramos charcos en medio de la calle. También encontramos botellas de bebidas”, observan. “Hemos hablado con mediadores de calle que tiene el Ayuntamiento y con la policía de barrio pero seguimos esperando una solución en favor de la convivencia y el bienestar de todos. Empezamos a presenciar riñas y disputas entre ellos porque no son condiciones de vida y estamos creando guettos”, reiteran. Las principales quejas provienen de los portales 44 y 46 de la calle Guelbenzu. Desde la junta directiva agregan que se han presentado quejas al 010, a la Policía Municipal y a la Mancomunidad, pero “nos sentimos desprotegidos”. “Es una situación injusta para ellos y para nosotros”, apostillan.