Los árboles de Pamplona (hay 120.000, según los últimos datos oficiales disponibles) se han convertido en las últimas semanas en asunto recurrente en las sesiones del Ayuntamiento.

Mientras se prepara la reforma del Paseo de Sarasate, donde es seguro que el arbolado volverá al centro del debate municipal, el principal partido de la oposición ha convertido las obras para habilitar el carril bici de la cuesta de Beloso en argumento de su estrategia de confrontación con el nuevo equipo de Gobierno.

Son continuas las declaraciones en las comisiones y plenos. En esta semana se ha debatido la cuestión en dos ocasiones, ambas a iniciativas de UPN, empeñado en equiparar el proyecto de Beloso con el del aparcamiento de la Plaza de la Cruz, que la exalcaldesa Cristina Ibarrola tuvo que paralizar ante la oposición vecinal y de la mayoría municipal.

Para el concejal delegado de Ciudad Habitable y Sostenible, Borja Izaguirre, la comparación no se sostiene por varios motivos.

Primero porque el plan para el aparcamiento de la Plaza de la Cruz fue impulsado por una empresa privada y con intereses privados, a diferencia del proyecto de Beloso, que ha salido adelante por la iniciativa del Gobierno foral y de los ayuntamientos de Pamplona y Burlada.

El segundo es que el proyecto del parking no tenía el consenso de la mayoría municipal y que el anterior equipo de Gobierno trató hasta el último momento de que se construyera pese a no contar con presupuesto para reurbanizar la Plaza de la Cruz.

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La tercera diferencia es que la construcción del parking afectaba a la única isla verde del II Ensanche, lugar de esparcimiento habitual para el vecindario gracias a su arbolado, cuyo futuro no estaba claro si la maquinaria comenzaba a excavar 4 plantas subterráneas, frente a lo que ocurre con el arbolado de Beloso, cuyo estado ha sido calificado de "decadente" por los técnicos municipales.

415 árboles retirados, la mayoría secos o enfermos

En los dos últimos años han sido retirados 415 árboles de la vía pública. La mayoría de los apeos corresponde al año 2023, durante las alcaldías de Enrique Maya y Cristina Ibarrola, cuando se quitaron 362, mientras que en los casi 4 meses transcurridos con el nuevo equipo de Gobierno han sido 53.

El informe del servicio de Zonas Verdes del Ayuntamiento recoge de forma pormenorizada, barrio por barrio, los árboles que han sido retirados y las causas.

La mayoría (178) fueron ejemplares secos por motivos fisiológicos o afecciones bióticas o abióticas.

En 165 casos se trataba de árboles incluidos en un plan de sustitución por otras especies más adecuadas al punto de plantación, por generar diservicios a la ciudadanía, falta de espacio o mala adaptación.

Cuarenta y cuatro árboles fueron apeados dentro del plan de gestión de riesgos. Eran ejemplares que habían superado el umbral del nivel de riesgo para la conservación y que tenían la posibilidad de generar accidentes o daños graves sobre la ciudadanía o bienes materiales.

Por último, fueron retirados 28 árboles que habían sufrido daños por episodios meteorológicos desfavorables, cono tormentas o rachas de viento de intensidad.

"Arbolado decadente en Beloso"

El concejal Izaguirre fue muy crítico durante su intervención con la estrategia de UPN, que desde la moción de censura ha centrado sus ataques en el proyecto de Beloso pese a la existencia de un informe del mismo servicio de Zonas Verdes donde se analiza el arbolado de la zona, que se califica de “decadente”.

Los técnicos municipales analizaron los 119 árboles de Beloso, en su mayoría ulmus pumilla, una especie muy empleada hace décadas por su rápida implantación, pero que “con el paso de los años se ha comprobado presenta innumerables defectos de estabilidad que la hacen una especie de riesgo alto para su implantación y conservación”.

El informe establece que 17 ejemplares son aptos para el trasplante y que los 102 restantes deben ser retirados y sustituidos por otros.

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Todos ellos, más los ejemplares que han ido desapareciendo a lo largo de los años (64 en total), serán repuestos al final de la obra con especies más viables desde el punto de vista ecológico y ambiental, como la Ginkgo biloba, Acer freemanii october glory, Tilia cordata greenspire o Liriodendron tulipifera.

Izaguirre recordó que el proyecto de Beloso fue aprobado durante el mandato de Enrique Maya y que su adjudicación correspondió a Cristina Ibarrola, después de anulara el convenio firmado con el Gobierno foral y que se viera obligada a rectificar.