En 1968, más concretamente el 20 de agosto de aquel año, Eusebio Mina cogió su cámara de fotos y salió a la calle, obteniendo esta histórica foto de la puerta del matadero o degolladero de cerdos de Pamplona, que se había construido en el año 1907 en el barrio de Donibane. Esta zona de la periferia extramural pamplonesa ya había tenido antes usos escabrosos y relacionados de alguna manera con la muerte. Así, sabemos que al menos desde el siglo XVI, las ejecuciones por ahorcamiento en la ciudad se realizaban en unas horcas situadas en las inmediaciones. El mismo J.J. Arazuri recordaba que, hasta el año 1935, permanecieron en la zona las bases o peanas de piedra sobre las que se montaban los cadalsos de ahorcamiento. Y estamos persuadidos de que está relacionado con esos tétricos precedentes el hecho de que, en este mismo lugar, se construyera en 1908 la antigua cárcel de Pamplona, donde también se llevaron a cabo numerosas ejecuciones.

Hoy en día, desaparecido el viejo matadero de Pamplona, podemos decir que la zona está casi irreconocible, aunque una observación detenida de la fotografía revela que siguen en su sitio las casas del Grupo Larraina, al fondo de la imagen.

La misma zona, en agosto de 2024. Joseba Asiron

En 1970, dos años después de la obtención de la foto antigua, la calle fue dedicada a San Roque, en honor a una ermita que había existido aquí, y en 1981, después de 74 años en uso, se cerraba el viejo degolladero de cerdos. El edificio fue posteriormente derribado, aunque la puerta aún pervivió durante algún tiempo como recuerdo del antiguo inmueble. No obstante, cuando en 1996 se inauguró la nueva sede de la Audiencia Provincial, que vemos hacia la izquierda, los dirigentes municipales pamploneses debieron pensar que dejar allí la puerta del matadero resultaba poco decoroso, y la retiraron. Aunque, quién sabe, a lo mejor puede aún rescatarse, olvidada en algún oscuro almacén municipal...

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