El timbre del Arrano suena sin parar. “Aspaldiko! Zer moduz?”, saluda Jokin Lasa, profesor del euskaltegi Arturo Campion desde hace 32 años, cada vez que abre la puerta de la sociedad.

Uno a uno, llegan los “veteranos” del euskaltegi –Alberto, Josu, Kontxi, Luis, María Jesús, Mikel, Laura, José Ignacio, Josemi Popi, José Mari, Indu, Marta, Asun, Julio y Xabier–, un grupo de 15 jubilados que lleva una década acudiendo a las clases de Jokin y que, antes de retomar el siguiente curso, siempre celebran “la comida de septiembre”: ensalada, txistorra, manitas con hongos y paella con chirlas y langostinos.

“En verano no nos hemos visto. Hoy es el reencuentro. Todos los años comemos juntos antes de comenzar las clases. Es una primera toma de contacto, nos contamos en euskera qué tal han ido las vacaciones, dónde ha estado cada uno… Y el 30 de septiembre al curro, a clase”, ordena

Después de 10 años, alguno podría pensar que a los alumnos y alumnas les cuesta mucho aprender el idioma o que el profesor no enseña demasiado bien. “Hay que dejarlo claro. Son muy capaces y el método funciona”, defiende.

De hecho, Jokin destaca que los veteranos han adquirido un nivel de euskera “considerable” –un B2 “alto”– y que siguen yendo al euskaltegi porque “quieren mantener una cosa tan sencilla como es hablar euskera. Nada más y nada menos. Conversan sobre su día a día, de la actualidad y de los temas que les interesan. Han encontrado un espacio donde socializar y desarrollar el idioma. La realidad sociolingüística de Pamplona es la que es y a veces es complicado apuntarse a actividades en euskera”, lamenta.

Los veteranos hablan en euskera –y continúan incrementando su nivel– de lunes a jueves de 9.30 a 11.30 horas.Jokin emplea el método de “enfoque comunicativo” que se basa en escuchar, repetir y crear en grupo. “No es un modelo gramatical o estructural, eso hace mucho tiempo que ha quedado atrás en los centros de enseñanza de idiomas”, detalla. 

Además, los veteranos salen del aula y realizan excursiones, una comida al mes e incluso se subieron al escenario e interpretaron una obra escrita por Arturo Campión. “El año pasado hicimos teatro como actividad de final de curso”, recuerda Jokin.

Estas extraescolares –se habla todo el rato en euskera– unen aún más al grupo y sirven para afianzar las amistades. “Cada vez nos conocemos más, estamos en un clima de camaradería y los alumnos se han convertido en cuadrilla”, asegura. 

El veterano de los veteranos

Josu, 83 años, es el veterano de los veteranos. “El menos joven”, bromea. Desde txiki quiso aprender euskera, pero por circunstancias laborales y personales no cumplió su sueño. Hasta que se jubiló. “Me apunté hace más de una década porque siempre he creído que el euskera debía formar parte de mi identidad navarra”, explica Josu. “Me parece bonito que a su edad, y después de tantos años en el euskaltegi, siga interesado en las clases y en el euskera. Es un orgullo y reconforta mucho”, reconoce Jokin. 

El resto del grupo también se matriculó en el euskaltegi porque la Lingua Navarrorum “es nuestra cultura y quería aprenderla”, asegura Luis, que sigue yendo a clase porque en el futuro quiere comunicarse con sus nietos en euskera. “Es un idioma que tenía olvidado que quería retomar”, señala Alberto. “Vengo porque quiero recuperar lo que me robaron. En mi casa se sabía euskera, pero no nos hablaron nunca porque en la escuela nos machacaban”, critica Laura. 

Todos ellos continúan aprendiendo euskera porque el idioma les ha permitido formar un nuevo grupo de amigos. “Hay un ambiente muy bueno”, comenta Luis mientras se come un pintxo de txistorra. “Nos llevamos muy bien, nos divertimos, nos vamos de carnavales, organizamos comidas, excursiones...”, subraya Luis.

Además, agradecen la labor fundamental que Jokin ha desarrollado estos últimos años. “Si hemos aguantado tanto tiempo, será por algo. Tiene mucha paciencia y una psicología especial para tratar con abuelos cebolletas que contamos nuestra experiencia vital. Nos escucha y mantiene el ritmo de la clase”, halaga Alberto. 

Inscripciones

El plazo de matriculación al euskaltegi Arturo Campión está abierto hasta el viernes 27 de septiembre. Jokin anima a personas mayores con un nivel de euskera “bonito, pero que no saben ni dónde hablar ni con quién” a que se unan a los veteranos. “Aquí estamos. Estamos dispuestos a acogerles con los brazos abiertos”, finaliza.