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Fallece Mari Ganuza, el “corazón” de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona

Figura clave en la evolución de la comparsa y creador de innumerables figuras, impulsó también el Olentzero de Pamplona y lanzó el Chupinazo en 2010

Fallece Mari Ganuza, el “corazón” de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de PamplonaPatxi Cascante

El folklore de esta tierra no se entendería, o se entendería mucho peor, sin Mari Ganuza Senosiain, pamplonés que ha fallecido este sábado a los 65 años tras una enfermedad dejando un vacío en la Comparsa, la Asociación de Amigos de Olentzero o la Cabalgata de Reyes Magos. La incineración tendrá lugar este lunes a las 9.30 horas, y el funeral se celebrará a las 18.00 horas en la iglesia de San Lorenzo.

“No quería decirnos nada. Como le conocía tanta gente, yo creo que él pensó, ‘me voy a ir callandico”, ha dicho este sábado un emocionado Patxi Laborda, amigo y pareja de baile tres lustros. Mari con la Reina Europea Josephamunda y Patxi con el Rey Europeo Josemiguelerico.

“Él era muy reina al bailar. Defendía que cada gigante tenía su carácter y que había que adaptarse al gigante y a su idiosincracia. No tenías que bailar como eras tú, sino como era el gigante. Era muy juguetón, movía mucho las caderas, los hombros... y era muy elegante bailando”, ha recordado . “Y era un gran maestro, muchos danztaris de gigantes de Navarra han aprendido con él”.

Ganuza, junto a su mujer Arantza, lanza el Chupinazo de 2010.

Marmolista de profesión, Mari estuvo ligado a la Comparsa cuatro décadas. Entró en 1978 y la presidió desde 1990 hasta que se retiró en 2019. Y fue el encargado de lanzar el Chupinazo en 2010 por el 150º aniversario de la creación de la Comparsa.

Ganuza, orgulloso vecino de la calle Fuente del Hierro, era el mediano de tres hermanos (los otros dos son Juan Ignacio y Mari Sol), estudió en las escuelas municipales de San Juan, y de ahí a los Maristas y a la Escolanía San Antonio.

“A muchas generaciones nos ha enseñado una parte muy bonita de Pamplona. Era una persona muy conocedora del folklore y el entramado socio cultural de Pamplona”, han destacado desde la Comparsa sobre Ganuza, que “tiró, tiró y tiró del carro e hizo que la Comparsa llegase al nivel en el que está ahora. Fue precursor de innumerables bailes, como la Dominguera, y uno de los principales artífices de que la despedida hoy en día se pueda hacer teatralizada. Se movió por darle un giro a lo que había”, han añadido.

“Perder a un compañero siempre es muy triste, y más aún a una persona que ha tenido tanta trayectoria y que a todos nos ha hecho conocer un poco más Pamplona, y la comparsa por supuesto”, han finalizado.

Mari, manteado por sus compañeros de la Comparsa tras la despedida del día 14 de julio de 2010.

Su compañero Patxi Laborda ha añadido que “Mari le dio un giro a la Comparsa, realmente creó la comparsa actual y la forma de bailar gigantes de hoy en día. Antes se hacía alguna coreografía pequeña, pero se bailaba todo a la bola. Se empiezan a hacer coreografías y a bailar todos coordinados a partir de Mari Ganuza. Fue el altavoz, el impulsor de todo esto. De hecho, el auge de la comparsa coincide directamente con su presidencia. Él es el corazón, el que abre los caminos”, ha argumentado Patxi.

También ha destacado su “filosofía muy clara de que la comparsa éramos todos, no solo los gigantes. Daba la misma importancia a las cabezas, los zaldikos... Siempre defendió la comparsa como grupo humano. No solo el espectáculo, también a las personas. Tenía muchos amigos y era un hombre muy querido”, ha asegurado.

Ha recordado igualmente su trayectoria en el Olentzero –fue uno de los fundadores en 1990 de Amigos de Olentzero– de Pamplona; cuando buscaba por los pueblos los carros que luego saldrían en la kalejira o cuando cerraba los tratos en Leitza con la familia Saralegi para traer a sus animales. “Ha sido uno de los impulsores hasta su fallecimiento”.

ara traer a sus animales. 

Fue uno de los fundadores en 1990 y creador de la figuras de la Comparsa de Donibane, y durante 18 años portador del paso de la Dolorosa, que dejó para integrarse en el Cristo Alzado. También fue socio de la peña Los del Bronce y posteriormente de Muthijo Alaiak. Y en los años 80 fue autor de decenas de pancartas de las peñas junto con Félix Flamarique. Ytocó la guitarra muchos años con el grupo Navarrerías.

También fue jurado en el concurso pirotécnico de San Fermín, colaborador en la Cabalgata de Reyes de Pamplona e incluso ejerció más de una ocasión como rey en la de Gares, pueblo en el que levantó su casa y donde residía con su mujer Arantza.

Restaurador y creador de innumerables figuras –comparsas de Burlada, Barañáin, Zizur o Tudela– fue un hombre “con cáracter y de cargar todo sobre sus espaldas”, ha explicado Patxi. “Trabajaba muchísimo. Era un tío muy currela y muy de la vieja escuela. Un apretón de manos para él valía como un documento. Por eso no le gustaba mandar presupuestos o firmar contratos. Le parecía absurdo. Decía que si se había hecho un pacto con una persona, se cumple y ya está. Era de hacer pactos y cumplirlos, un hombre de palabra”, ha detallado.

Por último, Patxi ha destacado que su amigo “tenía mucho carácter porque lo que él hacía lo pedía. Era un hombre muy exigente, pero sabías que él iba a poner toda la carne en el asador. Muchas veces miraba para atrás y estaba solo trabajando, porque a esa velocidad y con todo lo que hacía era muy complicado que llegasen los demás. La palabra que mejor define a Mari es el compromiso. Se entregaba muchísimo. Descanse en paz. Goian Bego.