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Un mural y 51 palomas contra la guerra

SETEM Nafarroa, junto con Boceto Estudio, han reflejado un mensaje pacifista en las paredes de la calle Tejería con participación vecinal

Un mural y 51 palomas contra la guerraIban Aguinaga

Pamplona cuenta con un nuevo mural participativo en la calle Tejería del Casco Viejo, realizado dentro del programa de educación transformadora y arte de SETEM Navarra-Nafarroa llamado Rueda de Valores, que busca sensibilizar a la ciudadanía en relación a las guerras y las causas que las provocan.

“El arte siempre ha sido una herramienta de transformación y crítica social y sentimos de alguna manera que este mural puede contribuir para que, a quien pase por delante, le haga pensar y ver con ojos más críticos la realidad que nos toca vivir”, apunta José Luis Mariñelarena de SETEM Navarra-Nafarroa. La iniciativa forma parte de Rueda de Valores, un proyecto para la creación de espacios de encuentro y participación donde las personas participantes toman conciencia de diferentes problemáticas buscando generar cambios personales y sociales, como los que se han plasmado a favor de la paz y en contra de la guerra.

Como explica Mariñelarena, esta iniciativa empezó hace más de un mes, “juntándonos un grupo fijo de unas 20 personas del propio barrio y también de fuera, muy ilusionados desde el inicio, a las que luego se unieron otras que, de forma más espontánea, también han colaborado. Ha habido bastante participación y muy diversa, con un amplio abanico de edades, desde niños y niñas a personas jubiladas, desde los 10 a los 80 años”, argumenta.

La primera sesión consistió en una charla de Andoni Romeo en la sede de Bakearen Etxea sobre el antimilitarismo, “en la que pudimos reflexionar y compartir nuestras ideas sobre este tema para luego ver cómo plasmarlas en imágenes que trasmitieran el mensaje del ‘No a las guerras’ que queríamos llevar a la calle”.

Gracias al acompañamiento artístico de Milthon Duarte e Iñigo Senosiain, de Boceto Estudio, los mensajes fueron tomando forma y convirtiéndose en propuestas de imágenes y colores concretos. “Nuestro punto de partida fue el hartazgo de la ciudadanía y la denuncia de la parálisis de nuestra sociedad, a pesar de las noticias que cada día nos recuerdan la destrucción y muerte que genera la guerra”, comenta. “Parece como si fuese algo ajeno a nuestro día a día. Sin embargo, tanto las causas como las consecuencias están ligadas a lo cotidiano”, añade Mariñelarena.

Frente a las dinámicas belicistas y el rearme que se postulan como único camino para la resolución de los conflictos, desde SETEM “creemos que eso se debe a que nuestros gobernantes son dependientes y toman las decisiones bajo la servidumbre de las corporaciones, la banca, los intereses económicos de la nueva estrategia geopolítica, totalmente alejados de las necesidades reales de la ciudadanía y los pueblos”.

Los mensajes

Las palomas han sido tradicionalmente el símbolo de la paz. Por eso hasta 51 palomas se pueden observar en el recién terminado mural. Unas palomas que ponen en relación las dos imágenes de este mural. Una, la de la izquierda, con una escena de destrucción y masacre, con personas huyendo y un tanque manejado desde arriba por un grotesco personaje que representa la banca y la política al servicio del capital. En primera plana una joven se hace un selfie con este escenario como telón de fondo.

La imagen de la derecha cambia drásticamente. En primer lugar por su colorido, con predominio del verde para evocar el respeto a la naturaleza. Contiene elementos que hablan de la denuncia, la movilización ciudadana, con las Bardenas como fondo, un aizkolari destruyendo las armas o un pasadizo del que salen los niños y niñas, huyendo de la guerra.

Un recuerdo ante la violencia de la guerra y el despropósito que supone. Al menos 100 niños mueren o quedan heridos cada día en Gaza desde que Israel rompió el alto el fuego a principios de este año. Con una población entera al borde de la hambruna.

La imagen evocadora de una niña que vuela con una cometa en forma de paloma, y junto a ella una bandada de palomas, logra que las bombas se conviertan en más palomas. Toda una declaración de esperanza y solidaridad. Frente a la guerra esas 51 palomas, ni más ni menos, que nos representan en esas ansias de un futuro mejor para toda la humanidad, lejos de las guerras y la violencia.