El Ayuntamiento de Pamplona está ultimando el proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Pamplona, cuya primera fase, que se circunscribe al Casco Antiguo, entrará en vigor el 1 de enero de 2026. La aplicación de las medidas en otras partes de la ciudad se realizará de forma progresiva, con el objetivo final de cumplir en 2030 los indicadores de emisiones que establece la ONS. Estas medidas consisten en la puesta en marcha de proyectos de movilidad que fomenten el cambio hacia modos de desplazamiento más sostenibles y la aplicación de restricciones en función de la clasificación medioambiental de los vehículos.
En la primera fase, cuyo ámbito es la Zona de Acceso Controlado (ZAC), en el Casco Antiguo, se restringirá el acceso de los vehículos sin distintivo ambiental, con excepción de residentes, personas con movilidad reducida, distribución de mercancías, emergencias y vehículos autorizados. El acceso al Casco Viejo se permitirá a vehículos con distintivo ambiental B, C, Eco y O, y vehículos motorizados que tengan reconocida la condición de históricos por la DGT. Si no se poseen estos distintivos, no se permite el acceso. Las personas residentes, comerciantes y propietarios de plazas de parking en el perímetro protegido podrán acceder como hasta ahora. La futura regulación la ha presentado en rueda de prensa el concejal delegado de Ciudad Habitable y Sostenible, Borja Izagirre Larrañaga.
En cifras, según el sistema de conteo de accesos de la ZBE, el Ayuntamiento prevé que dejen de circular por las calles del centro histórico de la ciudad alrededor de 650 vehículos diarios. Esta cifra implica una reducción de casi el 20% (19,7%) respecto a los que actualmente lo hacen (unos 3.300 diarios). En términos anuales y según los estándares que maneja el área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Pamplona, esto supondrá una rebaja de emisiones de CO2 que superará las 2.994 toneladas anuales.
Izagirre ha explicado que, además de las restricciones en el acceso y la mejora en los estándares de emisiones de CO2, la implantación de la ZBE también busca fomentar el cambio hacia un modelo de movilidad más sostenible. El objetivo es seguir avanzando en un modelo de ciudad más sostenible y saludable que promueva la movilidad activa y la recuperación del espacio público como espacio de convivencia, saludable, seguro e inclusivo.
Monitorización del impacto de las medidas
Una vez que entren en vigor estas medidas, se monitorizará el impacto de la regulación a través de indicadores de calidad de aire, de cambio climático y movilidad sostenible, de ruido y de eficiencia energética. El objetivo es reducir la emisión de gases de efecto invernadero, mejora de la eficiencia energética, generación de energía renovable y reducción del impacto del incremento de la temperatura en la salud de las personas.
Para llevar a cabo la monitorización del acceso de los vehículos a motor se dispondrán mecanismos de control, tales como cámaras de control con lectura de matrículas y aparcamientos de concesión municipal. El sistema de accesos, circulación y estacionamiento en la Zona de Bajas Emisiones se realiza mediante un sistema de cámaras que identifica los vehículos que acceden y salen del área. En la actual Zona de Acceso Controlado del Casco Antiguo, hay 13 accesos señalizados que servirán para la ZBE, y se han instalado 50 puntos de identificación de matrículas, con gran concentración en la avenida de Baja Navarra.
Este espacio central de la ciudad soporta un intenso tráfico peatonal, actividad comercial y de servicios, donde se concentra casi el 20% de todos los desplazamientos que se realizan en el municipio, con 262 viajes por hectárea. Frente a las restricciones de acceso, existe una amplia oferta de transporte público, con paradas del transporte urbano en todo el perímetro de la ZBE, además de la Estación de Autobuses, que da acceso a la red interurbana de ferrocarriles y autobuses. En el contorno de la zona, también existen aparcamientos públicos para quienes utilicen su vehículo privado.
Medidas de movilidad sostenible
En el ámbito seleccionado para la puesta en marcha de la primera fase de la ZBE, se han desarrollado hasta ahora proyectos como ‘Lo Viejo se mueve’ y el Plan de Amabilización del Primer Ensanche, que han servido como base para la zona. Cuando se ponga en marcha, están previstas mejoras en la caminabilidad, en la movilidad ciclista a través de nuevas infraestructuras y servicios públicos, mejoras en el transporte urbano comarcal y la red de aparcamientos disuasorios, que ofrece 2.730 plazas en nueve parkings. La distribución de mercancías es otra de las claves, para que el reparto se realice de forma ordenada y eficiente reduciendo los efectos ambientales dañinos. En este sentido, desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha un grupo de trabajo entre las principales empresas de distribución de mercancías de Navarra, ANET, TRADISNA y diferentes áreas municipales con el objetivo de liderar la apuesta del sector hacia una distribución de mercancías mucho más sostenible.
El proyecto aprobado establece como ámbito de la ZBE el Casco Antiguo y los Ensanches. La definición del ámbito se ha realizado en base a criterios técnicos que han tenido en cuenta factores como su centralidad en la ciudad, su intenso tráfico peatonal, importante actividad comercial y de servicios, además de poseer una amplia oferta de movilidad en medios alternativos (movilidad peatonal, movilidad ciclista y transporte público). La implantación de una Zona de Bajas Emisiones en este ámbito supone actuar sobre un espacio central de la ciudad que constituye la zona en la que más población se ve afectada por la contaminación en términos relativos ya que registra un tráfico intenso con más de 130.000 desplazamientos diarios en un territorio de tamaño reducido, y los valores más elevados emisiones.