Con el objetivo de conocer a fondo la fauna de los ríos de Pamplona, 220 estudiantes de Primaria y Secundaria de cuatro centros educativos han participado este curso en un programa formativo impulsado por el Ayuntamiento de Pamplona. La iniciativa, que ha contado con el apoyo de Guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, se ha centrado en conocer la diversidad de los ríos Elorz, Sadar y Arga. Para ello, han realizado labores de muestreo de vertebrados, a través de la pesca eléctrica.

Aprendizaje no dañino

Esta técnica no dañina consiste en la aplicación de corriente eléctrica de bajo voltaje en el agua, para aturdir temporalmente a los peces y poder proceder a identificarlos. La actividad ha permitido identificar tanto especies autóctonas como truchas y barbos, como otras especies exóticas que habitan nuestros ríos. En esa captura temporal, sin infringir daño alguno sobre los peces, los estudiantes han aprendido sobre sus características, comportamientos y la función que realizan en el ecosistema. Una vez realizada su identificación, todos los peces capturados fueron devueltos a su hábitat. Conocer qué especies habitan en los ríos pamploneses y qué cantidad de ejemplares hay, permite hacer un seguimiento de la salud del ecosistema acuático y poder, así, implantar medidas de corrección si fuera necesario. 

Los estudiantes aprendiendo sobre la pesca eléctrica. Cedida

En esta edición han participado 75 estudiantes del IES Julio Caro Baroja; 40 del IES Iñaki Ochoa de Olza; otros 55 de la Ikastola Jaso y 50 alumnos más del CPEIP San Jorge. Mediante esta actividad el alumnado ha vivido una experiencia práctica en contacto con la naturaleza, que les ha aportado un mayor conocimiento sobre la fauna de los ríos y les ha introducido en las técnicas científicas utilizadas en la investigación ambiental. Además, esta iniciativa de sensibilización aspira a crear una mayor conciencia sobre la biodiversidad y la importancia de la conservación del entorno y del medio ambiente. En este sentido, los hallazgos realizados mediante la pesca eléctrica, de barbos y truchas, son el reflejo de un ecosistema saludable. Por el contrario, su desaparición puede ser un signo de problemas ambientales. 

Concienciación de impactos medioambientales

Para preservar esa diversidad, este programa educativo ha incidido entre la juventud en tomar conciencia de los impactos que las acciones del ser humano tienen en el medio ambiente, desde la contaminación hasta la construcción de infraestructuras que pueden afectar a los cauces de los ríos y a su fauna. El objetivo es involucrarles en la toma de decisiones y en llevar a cabo acciones de conservación y protección de los hábitats acuáticos. 

Además de esta acción de pesca eléctrica, el programa educativo ha incluido otras actividades, como el muestreo de invertebrados y de otros vertebrados, como aves a través de la observación y mamíferos a través del fototrampeo y el muestreo de huellas. Además, se han realizado otras acciones de análisis de la calidad del agua, también con escolares, donde se han cogido muestras de los ríos de la ciudad para analizar sus diferentes parámetros.

Todas ellas se enmarcan dentro de la acción B16 del proyecto de Renaturalización urbana de Pamplona 2025 (RUNA 2025). Este proyecto ha obtenido 2,7 millones de euros en la convocatoria de ayudas de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea y los fondos Next Generation EU. La acción B16, desarrollada por la empresa Ekolur junto con Ornitolan, se centra en la puesta en marcha de un protocolo para la mejora de la calidad de agua de los ríos Arga, Elorz y Sadar a su paso por Pamplona.