Las mujeres ya son mayoría en el Ayuntamiento de Pamplona: los cambios en la plantilla en 5 años
La brecha en direcciones y salarios se reduce pero sigue ahí / El proceso de estabilización, que ha favorecido a las personas con mayor antigüedad, incide en la edad media de la plantilla, de 51,5 años, y solo un 9,6% tiene menos de 40 / El 98% del personal del servicio a domicilio son mujeres
El Ayuntamiento de Pamplona ha dado a conocer los resultados de un análisis de la composición de la plantilla municipal en cuanto a la representación de mujeres y hombres. El Consistorio emplea en estos momentos a 1.443 personas, 748 mujeres y 695 hombres, que suponen un porcentaje del 51,84% y 48,16%, respectivamente. La presencia femenina ha ganado peso en la estructura, ya que los porcentajes eran del 42% y 58% en 2020, principalmente por las medidas de estabilización del empleo y la incorporación de colectivos feminizados.
Relacionadas
Esta es una de las principales conclusiones del estudio bienal comparativo de los años 2020-2025, que recoge también un incremento de la representación femenina entre el personal funcionario, y una consolidación entre el personal laboral, aunque con persistencia de desigualdades estructurales por áreas y niveles. El personal funcionario lo integran, en 2025, 904 personas, con 374 mujeres (41,37%) y 530 hombres (58,63%), un avance destacable respecto a las 742 personas de 2020, con porcentajes del 33% y del 67%, respectivamente.
El personal laboral es el que más varía, sobre todo, por la absorción como personal municipal del servicio de atención a domicilio, un colectivo históricamente feminizado. En 2025, hay 254 personas contratadas, con 209 mujeres (82,28%) y 45 hombres (17,72%), cuando en 2020 el conjunto lo formaban 347 personas, 121 mujeres (35%) y 226 hombres (65%). Este año no se ha incluido en el informe al personal alumno de Escuelas Taller y Empleo Social, ya que no forman parte de la plantilla estable, lo que explica en parte la diferencia en la cifra de personas trabajadoras.
Por tipo de contrato, el peso del funcionariado se ha reforzado, con un porcentaje del 62,65% en 2025, frente al 47% de 2020, con una reducción significativa del personal contratado administrativo, que baja del 31% de 2020 al 19,75% en 2025; y el laboral, que pasa del 22% en 2020 al 17,6% en 2025. Uno de los factores que explica este cambio es el proceso de estabilización, que ha reforzado la fijeza de colectivos tradicionalmente feminizados, como el personal contratado administrativo, que ha visto facilitada su incorporación al funcionariado, pasando de un 33% de mujeres en 2020 al 41,37% en 2025.
Composición por niveles y sexo
La distribución de mujeres y hombres según el grado de cualificación y responsabilidad asignada mantiene una acusada segregación horizontal por sexo, con áreas operativas y cuerpos de seguridad masculinizados, frente a ámbitos sociales y administrativos feminizados. Mejora la presencia de mujeres en los niveles A y en los puestos de libre designación, aunque aún están infrarrepresentadas en direcciones y gerencias. Hay cambio en el nivel A, el de mayor grado profesional y técnico, con mayoría de mujeres, el 57,55%, frente al equilibrio registrado en 2020. En el nivel B, se mantiene la sobrerrepresentación femenina, del 64,73%, consolidando su vinculación con puestos intermedios de gestión y técnicos.
En los niveles C y D, los hombres mantienen su prevalencia, con una mayoría del 61%. Este dato está condicionado por el hecho de que en este nivel se agrupan los puestos de Policía Municipal, un colectivo históricamente fuertemente masculinizado y que representa un amplio porcentaje de la plantilla municipal. Por el contrario, en el nivel D, las mujeres son mayoría, con el 62,59%, lo que invierte los datos de 2020. Este porcentaje se vincula a la incorporación del servicio de atención a domicilio dentro de la plantilla municipal.
En conjunto, la evolución entre 2020 y 2025 muestra que las mujeres han ganado peso en todos los niveles de la organización, incluyendo aquellos tradicionalmente masculinizados, como el nivel D, a la vez que refuerzan su posición en los niveles altos y medios.
Los puestos de libre designación se mantienen estables entre 2020 y 2025, con 43 personas en ambos años, y un porcentaje global en torno al 47%. Aunque el número total de mujeres no varía, sí se ha producido un reequilibrio interno en el reparto de posiciones: en las direcciones y gerencias sigue habiendo una clara mayoría masculina, si bien se observa una mejora, del 26,7% se pasa al 35,7% de mujeres. Aun así, este grupo sigue presentando una infrarrepresentación femenina.
Áreas y edad
En la distribución por áreas no se han producido cambios estructurales de calado. Los servicios sociales, educativos y comunitarios se mantienen fuertemente feminizados, mientras que las áreas operativas, técnicas y de seguridad siguen masculinizadas. En el área de Acción Social, las mujeres suponen un 85,6%; en el Equipo Municipal de Atención a Domicilio (EMAD), un 98,3%; y en el área de Igualdad, Barrios, Participación y Euskera, un 79%. En Policía Municipal, el 80,4% son hombres; en Conservación Urbana y Sanidad, el 59,6%; y en Cultura, Educación, Fiestas y Deportes, el 58,5%.
Por edad, la plantilla municipal presenta un perfil envejecido, con una edad media de 51,5 años en 2025: la edad media de las mujeres es de 52,07 años y la de los hombres, 50,89. Por grupos de edad, los más numerosos son los de 50 a 55 años, 336 personas (22,6%), seguidos por los de 55 a 60 años, 310 personas (20,9%), y los de 60 a 65 años, 254 personas (17%). Solo un 9,6% de la plantilla tiene menos de 40 años, con tramos especialmente bajos entre los menores de 35 años.
Uno de los factores que explica esta estructura es el proceso de estabilización del empleo temporal, que ha favorecido a personas con mayor antigüedad y edad. Si bien esta medida ha reducido la interinidad, también ha ralentizado el relevo generacional. Las áreas con mayor edad media son EMAD, con 55,65 años; Hacienda, con 55,31 años; y Acción Social, con 53,44. Las más jóvenes se registran en Igualdad, Barrios y Euskera, con 45,63 años; y Policía Municipal, con 47,32.
El proceso de estabilización ha favorecido a personas con mayor antigüedad, lo que refuerza el perfil envejecido de la plantilla. Las mujeres han ganado peso en tramos medios y altos de antigüedad. En 2020, las mujeres funcionarias eran minoría en todos los tramos, especialmente a partir de los 15 años de antigüedad, y en 2025, el 41,37% del personal funcionario son mujeres, frente al 33% en 2020. En el tramo de más de 20 años, se ha pasado del 31% al 44,2% de mujeres; de 15 a 20 años, del 26% al 36,6%; y en el de 10 a 15 años, del 44% al 48,2%.
En cuerpos como Policía Municipal, donde no existe personal contratado y el acceso se produce exclusivamente por oposición, la brecha de género persiste. En paralelo, se han convocado procesos específicos para trabajadoras sociales y trabajadoras familiares, favoreciendo la consolidación de colectivos históricamente feminizados. El reto es avanzar en la igualdad real en todos los tramos de antigüedad, sobre todo en colectivos muy masculinizados o feminizados ya desde el acceso.
Medidas de conciliación
El informe incluye un análisis de las solicitudes de medidas de conciliación, entre 2020 y 2024. Ha descendido de forma importante la reducción de jornada, de 35 solicitudes en 2022 a solo 14 en 2024, dato que se atribuye a la aprobación de la flexibilidad horaria a mediados de 2024. Se debe tener en cuenta que en 2022 no estaba integrado en plantilla el Servicio de Atención a Domicilio, un colectivo mayoritariamente femenino y muy vinculado a este tipo de medidas. Las mujeres son quienes más solicitan estas medidas, sobre todo la reducción de jornada, con el 78,6% de las solicitudes de 2024.
Por bandas salariales, el estudio refleja una mejora de la presencia femenina en las bandas medias-altas, pero se mantiene la concentración mayoritaria en los tramos salariales más bajos; los hombres dominan los niveles retributivos superiores. La brecha salarial por sexos obedece, no tanto a una desigualdad retributiva directa, sino a diferencias en el tipo de puesto ocupado y la presencia masculina mayoritaria en cuerpos y niveles con mayor retribución.
En las bandas salariales más altas, en 2025 se refleja un incremento notable de la presencia femenina, especialmente en la franja de 60.000–70.000 euros; los tramos entre 45.000–55.000 euros siguen dominados por hombres, con una evolución algo más lenta que en otros segmentos; y el grupo de 40.000–45.000 euros sigue siendo el más paritario. En los tramos de menor retribución, por debajo de 40.000 euros, se consolida la feminización, con una desigualdad acentuada por debajo de 20.000 euros: 9 de cada 10 personas en esta franja en 2025 son mujeres.