El Ayuntamiento de Pamplona ha planteado limitar el tráfico rodado por la carretera de la Universidad de Navarra a un solo sentido de circulación y habilitar un carril bici en la zona del campus. La medida se ha dado a conocer durante la reunión de la Junta de Movilidad celebrada este jueves por la mañana y acarreará importantes cambios.
El más trascendental es que la vía pierde uno de los dos carriles existentes en la actualidad y que los vehículos solo podrán circular en una dirección, desde Azpilagaña hasta la avenida de Aróstegui, pero no lo podrán hacer en sentido contrario.
El ámbito de actuación se amplía, frente a las opciones que limitaban la intervención entre las rotondas de la calle Esquíroz y la prolongación de Fuente del Hierro, para resolver el problema de la peligrosidad en su conjunto y calmar el tráfico en un vial que no soporta el volumen de tráfico actual. La velocidad se limitará mediante la colocación de elementos reductores de velocidad y la circulación ciclista se realizará, en principio, en el mismo sentido de la vía.
El sentido de tráfico será desde Azpilagaña hasta la Venta Andrés, ya que así se descongestiona la rotonda de Azpilagaña, el TUC accede con prioridad a la rotonda en sentido entrada (que es la que más problemas presenta en horas punta), se facilita la recogida de residuos en la universidad y las instalaciones de UNAV mantienen accesos a todos los servicios, con reducción del tráfico interno en la zona.
El sentido de circulación desde la avenida de Aróstegui hacia Azpilagaña se ha descartado, por la sobrecarga que produciría en la avenida de Navarra en su intersección con Pío XII. Además, daría lugar a retenciones en intersección de la carretera de la universidad y la ronda de Azpilagaña en la rotonda de Miguel Astráin, donde se mantendrían cuatro accesos y salidas con un solo carril de giro. Y el transporte urbano mantendría dificultades en la confluencia con Fuente del Hierro, que generan retrasos en horas punta.
La modificación de la circulación en la carretera del campus de la universidad se ha comunicado a la Universidad de Navarra y los ayuntamientos limítrofes con Pamplona, que habían expresado su preocupación por la incidencia que las medidas adoptadas en la ciudad supondrían en el tráfico de sus municipios.
Carril bici en el campus
De hecho, la carretera verá reducido el ancho de la vía y se limitará a 30 kilómetros por hora la velocidad permitida. La previsión es habilitar un carril bici bidireccional, parte del cual discurrirá por la calzada.
Las medidas propuestas por el Grupo Técnico de Movilidad y Policía Municipal sustituyen el cierre total de la carretera, planteado inicialmente en el mes de agosto, tras analizar las múltiples alternativas posibles en el área para reducir el tráfico y la velocidad en la vía, en línea con la preocupación trasladada por los municipios colindantes con Pamplona. Las opciones con la carretera cerrada no suponen una mejora significativa en los tiempos de los desplazamientos.
En un principio, se había planteado el cierre total de la carretera, en el tramo comprendido entre las rotondas con la calle Esquíroz y la prolongación de Fuente del Hierro, mediante elementos tipo new jersey y la correspondiente señalización. La zona se iba a transformar en Zona de Acceso Controlado (ZAC), con tráfico restringido a vehículos autorizados: emergencias, servicios, proveedores o personas con movilidad reducida. Los accesos se controlarían a través de cámaras de seguridad instaladas por el Ayuntamiento de Pamplona, propietario de la vía.
Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), responsable del Transporte Urbano Comarcal y el servicio de recogida de residuos, había mostrado su preferencia por la restricción del tráfico mediante la instalación de la zona de acceso restringido (ZAC), pero respalda el cambio a un único sentido de circulación, desde Azpilagaña hacia la avenida de Aróstegui, ya que reduce el tráfico que accede a la calle Fuente del Hierro, un punto problemático para el transporte por las mañanas. Como inconveniente, habrá que modificar la ubicación de un grupo de contenedores, para facilitar la recogida.
Una vez limitadas las alternativas a la eliminación de un sentido de circulación, y la reducción de la velocidad, se establece el sentido de la circulación y se valora crear un carril bici que, por la anchura de la vía, no puede ser bidireccional. Se valora la creación de una ciclocalle, con límite de 30 km/h y carril bici en la misma dirección; el estado del pavimento desaconseja un carril bici unidireccional en sentido contrario al de la ciclocalle, que precisaría de una reurbanización completa de la infraestructura, pero podría afrontarse en una próxima intervención.
Las ciclocalles, tal y como recoge la Ordenanza de Movilidad, son calzadas cuya señalización limita la velocidad máxima a 30 km/h, o a un límite inferior, pudiendo disponer además de medidas adicionales que favorezcan la reducción de velocidad o intensidad de la circulación. El tráfico ciclista tiene prioridad. En las intersecciones se deberá respetar tanto la señalización existente, como las normas genéricas de prioridad de paso.
La decisión cierra el debate abierto en la ciudad desde principios de agosto, cuando el Ayuntamiento anunció el cierre de la carretera que atraviesa el campus de la Universidad de Navarra, en el tramo comprendido entre las rotondas con la calle Esquíroz y la prolongación de Fuente del Hierro.
La razón esgrimida fue el incremento de los accidentes registrados en la zona y su gravedad. Según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento, el tráfico en la zona se había incrementado en 1.814 vehículos por día en los últimos diez años, con una intensidad media de 9 vehículos por minuto y unos 5.000 por día. Entre los años 2020 y 2025, se han contabilizado 135 accidentes, de los que 54 son directamente atribuibles a la estrechez de la vía.
El cierre de la carretera se anunció para el próximo 19 de agosto. Sin embargo, el Ayuntamiento decidió retrasar la medida ante “la necesidad de cumplimentar evaluaciones técnicas complementarias por parte de diferentes servicios de las áreas de Conservación, Urbanismo y Seguridad Ciudadana”.
Tala de árboles paralizada
La medida coincide con la polémica tala de árboles en el campus universitario, que el Ayuntamiento ordenó paralizar el 5 de agosto por la ausencia de los permisos municipales necesarios para realizar estos trabajos.
El área de Urbanismo abrió un expediente para aclarar las circunstancias de esta actuación, revisar la necesidad de llevar a cabo los apeos y delimitar las responsabilidades que pudieran darse por el derribo, ya consumado, de cerca de un centenar de ejemplares.