La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona ha expresado su malestar después de que el deán de la Catedral, Carlos Ayerra, les haya prohibido bailar este lunes por la tarde dentro del templo en los actos del Privilegio de la Unión. A partir de las 17:45 horas, la Comparsa y Duguna acompañan a la Corporación en Cuerpo de Ciudad a la Catedral, donde se realiza un responso, una ofrenda floral y dantzas de Duguna y de los gigantes. Este año, debido al veto del deán, la Comparsa se quedará bailando en la calle Curia, sin sobrepasar la valla que da acceso a la Catedral.
Desde la Asociación Cultural de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, han mostrado su "fuerte malestar" por los hechos ocurridos en torno al acto institucional que se va realizar en la catedral de Pamplona el próximo 8 de septiembre con motivo de la celebración del 2.100 aniversario de la creación de la ciudad y el 600 aniversario de la muerte de Carlos III.
Según explican en un comunicado, "la Comparsa de Pamplona siempre ha estado ligada a los actos festivos y protocolarios de esta ciudad, siendo pieza clave en todos ellos. El veto impuesto de entrar en la catedral por parte del deán y el Arzobispo suponen un desprecio absoluto hacia una de las entidades más importantes de Pamplona".
"Nuestra asociación siempre ha colaborado con las necesidades que han podido surgir por parte de La Catedral durante la procesión del 7 de julio, la presencia de los Reyes Europeos en un congreso internacional dentro de la Catedral o incluso les hemos facilitado las medidas de los gigantes para la construcción de sus nuevas figuras. No entendemos cuáles pueden ser los motivos que les han llevado a tomar esta decisión, pero lo que sí tenemos claro es que se trata de una falta de respeto hacia este colectivo", remarcan.
Sin sobrepasar la valla
La Comparsa ya ha notificado al Ayuntamiento que las figuras no entrarán en el atrio de La Catedral en el acto principal del Privilegio de la Unión, que se celebra este lunes a partir de las 17:45 horas. "Haremos el pasillo con los gigantes al final de la calle Curia, bailaremos la jota mientras la pasa la Corporación y los cabezudos estarán en la puerta realizando el arco de entrada, pero no sobrepasaremos la valla de la Catedral. Es decir, cumpliremos con nuestras obligaciones que están reflejadas en el contrato, pero desde el final de la calle Curia. Esperaremos a que la Corporación salga del acto y retomaremos la vuelta al Ayuntamiento para realizar los bailes a la cuidad", concluyen.