Un baile de tres minutos y medio de duración de los gigantes de la Comparsa y otro de los dantzaris de Duguna de algo más de cuatro minutos han servido de despedida a los actos desarrollados estos días en Pamplona con motivo de la celebración de los 602 años del Privilegio de la Unión.
Como una continuación histórica del documento que puso la paz entre los tres burgos de la ciudad durante el reinado de Carlos III, los eventos organizados por el Ayuntamiento también han terminado en buena sintonía y con un acuerdo de última hora que ha permitido la presencia de la Comparsa y de los dantzaris dentro del templo, pese a la negativa inicial del deán de la Catedral.
Las conversaciones mantenidas a varias bandas durante todo el fin de semana, con la mediación del arzobispo Florencio Roselló, del alcalde Joseba Asiron y portavoces municipales, han logrado que el acto oficial, con la presencia de la Corporación en Cuerpo de Ciudad, incluyera el baile de los gigantes y de los dantzaris en el interior del edificio catedralicio.
A media mañana de hoy lunes, el Arzobispado emitió un comunicado para explicar que “tras una profunda reflexión y dada la relevancia que el acto de aniversario del Privilegio de la Unión tiene entre la ciudadanía de Pamplona y la popularidad de la que gozan la Comparsa de Gigantes y Cabezudos -al igual que los gaiteros municipales, Duguna y La Pamplonesa, que también participan en el acto-, el Cabildo ha tomado la decisión, de manera excepcional, de autorizar el evento en los términos propuestos por el Ayuntamiento”, ha expresado el Arzobispado.
El Ayuntamiento, a través de una nota, ha mostrado su satisfacción y agradecimiento al Cabildo de la Catedral por la decisión, para, “por encima de las diferencias”, poner en valor el espíritu del Privilegio de la Unión y llegar a un entendimiento. El alcalde ha agradecido expresamente al Arzobispado su labor de mediación.
Celebración del acto
El evento ha comenzado a las 17.45 horas en la Plaza Consistorial, donde los concejales han encabezado el desfile hasta la Catedral tras recorrer varias calles del Casco Viejo acompañados de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, el grupo Duguna Iruñeko Dantzariak / Dantzaris de Pamplona, los gaiteros y txistularis municipales y la banda municipal de música La Pamplonesa.
A las 18.30 horas ha dado comienzo el acto de celebración del Privilegio de la Unión, a la que han asistido también la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite; el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde; y la consejera de Cultura, Rebeca Esnaola, además de los representantes de las cabezas de merindad, como Alejandro Toquero, alcalde de Tudela; Marta Ruiz de Alda, alcaldesa de Estella-Lizarra; Javier Solozabal, alcalde de Sangüesa, y el alcalde de Olite, Josu Etxarri.
La Catedral estaba llena, con decenas personas ocupando toda la zona central y parte de los laterales, con ganas de inmortalizar con sus dispositivos móviles un momento nunca visto antes en Pamplona.
El primero en intervenir ha sido el arzobispo y después lo ha hecho la presidenta, tras lo cual han bailado los 9 integrantes de Duguna. A continuación ha tomado la palabra el alcalde y seguidamente han bailado los ocho gigantes, cuatro en cada uno de los laterales.
Una salva de aplausos ha despedido a los dantzaris y a la Comparsa cuando han abandonado el edificio. La música del acto ha corrido a cargo de La Pamplonesa, la Capilla de Música de la Catedral y la soprano Raquel Andueza, acompañada por los músicos Santiago Daneyko, al violín y Jesús Fernández, con instrumento tiorba.
El acto ha concluido con la colocación de un centro de flores a los pies del mausoleo de Carlos III y Leonor de Trastámara, ubicado en un lugar preferente de la catedral, y realizado en alabastro y mármol negro entre 1413 y 1419. El alcalde Asiron y la presidenta Chivite han sido los encargados de realizar la ofrenda floral. Una vez concluido el acto, la Corporación municipal ha vuelto a salir de la Catedral en Cuerpo de Ciudad hasta la Casa Consistorial, donde Duguna Iruñeko Dantzariak / Dantzaris de Pamplona interpretó la popular sokadantza.