Barriola cumple con su parte

Pamplona. Titín III y Barriola apuraban ayer en el Labrit sus últimas opciones de alcanzar la final del Cuatro y Medio de la LEP.M. Y fue el leitzarra quien se llevó el gato al agua. Se impuso al riojano (15-22) y sigue vivo en el torneo, pero todavía depende de lo que ocurra esta tarde en el Astelena de Eibar. Barriola acumula un alto porcentaje de ser finalista, ya que sólo dos resultados le apearían del campeonato: un 16-22 ó un 17-22 favorable a Gonzalez frente a Martínez de Irujo. El resto de combinaciones le sirven. Al contrario que su rival ayer, Titín III, que se despidió de la competición con una nueva derrota, aunque otra vez muy peleada.

Barriola temía un inicio fulgurante de Titín. Pero el leitzarra se adelantó a los acontecimientos y fue él quien saltó a la cancha dispuesto a atropellar al riojano. Y lo consiguió. Golpeó la pelota con más violencia que nunca y alejó a su oponente del frontis. Lejos de su hábitat natural -los primeros cuadros de la cancha-, Titín se conformaba con correr de lado a lado y comprobar impotente como Barriola se escapaba sin remisión (0-6). Aunque el caracolero atinó a frenar la sangría, lo hizo con tanta levedad que el leitzarra no tardó en ampliar su ventaja (4-15). Con un descomunal despliegue de facultades y un saque más afilado que nunca -Barriola conquistó en este tramo los cuatro tantos con el disparo inicial que acumuló en toda la tarde-, el zaguero de Leitza había recorrido más de la mitad del camino hacia el cartón 22 y se encontraba cada vez más cerca de salvar sus opciones de alcanzar la final de la jaula.

Pero Titín ya había avisado que pelearía hasta el final. Y cumplió con su promesa. El riojano dio un paso adelante, se acercó al frontis y trató de incomodar a Barriola. Lo consiguió con seis tantos consecutivos (10-15) que todavía le permitieron seguir soñando con una hazaña que se le había complicado enormemente de salida. Sin embargo, su rival supo sufrir para encontrar su momento, que llegó después de una acumulación de agónicas defensas que remató con una soberbio dos paredes que le devolvió la iniciativa y la confianza. Se escapó de nuevo (10-18) y se situó muy cerca de su objetivo.

Superado el bache, Barriola aún tuvo que asistir a dos arreones de honestidad de Titín, competitivo hasta la médula. Ambos contentidentes pusieron al Labrit de pie en repetidas ocasiones, pero la victoria la conquistó Barriola, que sigue soñando con ser finalista. Hoy sabrá si lo es.