Jokin Altuna se ha proclamado por cuarta vez campeón del Cuatro y Medio al vencer por 22-9 a Peio Etxeberria en una final mucho menos reñida de lo que se esperaba. El público que casi llenaba el frontón Bizkaia -2.733 espectadores- se han quedado con ganas de ver más partido en una contienda que se ha decidido por la vía rápida, en 49 minutos de duración total y con 223 pelotazos a buena intercambiados.

El saque ha adquirido un protagonismo estelar en la contienda. No en vano, ocho de los 22 tantos que han subido al casillero colorado han llegado directos con el primer pelotazo. Etxeberria, que se había destacado como el mejor restador del campeonato, no ha dado hoy la talla en esa faceta. Aunque la mayoría de los saques de Jokin iban bien dirigidos, metidos a la altura del cuadro cinco en pared, de la que caía a plomo, tampoco se puede considerar que fuera irrestables.

En pelota, como en casi todos los deportes, el que menos regala suele ganar y esa máxima se ha cumplido de forma inexorable esta tarde. Además de esos ocho saques encajados, Etxeberria ha cometido otros nueve errores que han engordado el botín de su contrincante. Especialmente errático ha estado el de Zenotz con su derecha. Pese a que en los últimos tiempos había mejorado mucho a la hora de recoger y extender la pelota con esa mano, hoy ha sido uno de sus puntos débiles. Altuna, que acabado con su casilla de pifias en blanco, se ha apercibido de ello y ha hecho sangre, cruzando con insistencia, velocidad y colocación al ancho.

Los tres primeros tantos han resultado premonitorios. Los tres han venido de otros tantos saques de Altuna. Etxeberria parecía reponerse del varapalo cuando, al primer intercambio de pelotazos, lograba dibujar un buen dos paredes de zurda. A continuación, aprovechando su servicio, ha cogido la parcela central y ha dominado el juego de aire, moviendo a su rival y acabando con un gancho certero (3-2).

Pero, en el siguiente tanto, el navarro no ha sabido cruzar su remate a vuelta de resto y Altuna no ha perdonando, mandando al cuadro cuatro una cortada envenenada. Ahí ha empezado a romperse el partido definitivamente. El de Amezketa ha encadenado un parcial de 9-1 que le he llevado al primer descanso con un rotundo 12-3 a favor facturado en apenas 16 minutos de juego.

La sangría no ha cesado tras la reanudación del choque. Altuna alcanza por primera una renta de 13 tantos, la máxima diferencia a lo largo del envite, con el 17-4. Ni siquiera el primer tanto obtenido por Etxeberria de forma directa con el saque, el 17-6, ha levantado el ánimo del pelotari, ya derrotado en su fuero interno. Jokin le ha respondido con su octavo y último servicio ganador (19-6). A continuación. sufría un golpe en su maltrecho hombro izquierdo al ir a devolver una cortada de Etxeberria y eso le ha llevado a ser algo más reservón en los tantos siguiente. El de Zenotz, con un dos paredes de volea soberbio, ha hecho el 20-9 y las alarmas se han encendido cuando Altuna ha tomado el camino de los vestuarios. Pero el propio Etxeberria se ha encargado de desactivarlas de inmediato, con un fallo grosero de zurda que suponía el 21-9. La rubrica de la victoria de Altuna llegaba con un gancho colocadísimo. Es la séptima txapela en global para el guipuzcoano, que suma las cuatro de la jaula a las dos del Manomanista y otra del Parejas. Peio Etxeberria tendrá que esperar a otra oportunidad para estrenar su palmarés.

La final Altuna III - Peio Etxeberria.