Una rotura de labrum derecho dejó a Unai Laso (Bizkarreta-Gerendiain, 1997) fuera de órbita todo el verano y el Cuatro y Medio. Reapareció en la segunda jornada del Parejas y, desde entonces, ha logrado dos victorias junto a Aitor Aranguren. Está progresando. Los de Baiko cierran este sábado la primera vuelta ante Elordi-Rezusta en el frontón Bizkaia de Bilbao.
Cuando se presentó el Campeonato de Parejas, mostró su disconformidad con la confección de los duetos y sus manifestaciones levantaron polvareda. ¿Qué lectura hace ahora de todo aquello?
—Igual hubo un poco de malentendido con mis palabras. En ningún momento me quejé de mi pareja o de Aitor Aranguren, ni mucho menos. Me quejaba por la decisión ilógica que tomaron. Llevaba seis meses sin jugar y sales de una lesión. Lo lógico es que me tocara un zaguero de los que se denominan pegadores. Aitor no es uno de ellos. Es un grandísimo zaguero, con muchas cualidades y muy completo; además, cuando está con chispa es capaz de dominar. Me quejé de eso. Se malentendieron mis palabras. Hablé con Aranguren sobre ello y él mismo me dijo que lo había entendido.
"Sigo teniendo molestias que se me acabarán quitando. Eso pesa un poco en la cabeza"
De todos modos, Aitor está haciendo un muy buen Parejas.
—En partidos en los que hemos jugado los dos bien, hemos podido sacar los puntos. Sin embargo, en otros, en los que él ha estado muy bien, quizás yo no he podido acompañarle tanto. En general, estamos compitiendo. Me gusta que Aranguren está enchufado. Tiene la competitividad que me gusta a mí: no quiere perder, todas las semanas sale a darlo todo...
"Lo más importante ha sido mantener los buenos hábitos. Si no estás compitiendo, puede costar un poco porque tienes más tiempo libre"
En su caso le ha tocado estar seis meses de baja, fuera de los focos, por la operación de labrum de la cadera derecha. ¿Qué ha aprendido de ese proceso oscuro?
—Que el deporte es así. Muchas veces tiene esa cara mala. Hay que tirar para delante. En todos los momentos complicados siempre he salido a flote. Aprendes a estar más contigo mismo. De todos modos, lo más importante ha sido mantener los buenos hábitos. Si no estás compitiendo, puede costar un poco porque tienes más tiempo libre. Eso a la hora de volver a jugar se nota.
En poco tiempo se ha podido ver al mejor Unai Laso del Parejas. El día de Navidad recordó al pelotari de antes de la lesión en el Astelena de Eibar ante Joseba Ezkurdia y Xabier Tolosa. Le queda progresión, pero dio un nivel interesante.
—Al mejor aún no se ha visto. Todavía me cuesta mucho con la derecha por el giro de cintura. Sigo teniendo molestias que se me acabarán quitando. Eso pesa un poco en la cabeza, porque día a día vas experimentando esos dolores. Me queda seguir partido a partido y no puedo asegurar que vaya a jugar todos los días así. También es cierto que el Astelena es un frontón que se adapta muy bien a mis características. Siempre juego a gusto allí. Vamos a intentar salir a dar guerra en todos los sitios.
Es el delantero emblema de Baiko pero llega de una lesión larga. ¿Se pone metas ambiciosas en el Parejas?
—No puedo pensar en los resultados, mi único objetivo ahora es ser competitivo en la cancha. Fíjese, todas las semanas trabajo con los fisios para quitar las molestias de la cadera. Llevo mucho tiempo fuera, estoy jugando contra los mejores y empezar es complicado. Me costará muchos meses. La idea es coger buenas sensaciones a la hora de acabar los tantos y leer el juego. Es vital ir partido a partido. En Eibar fui mejor a la pelota. En muchas ocasiones estoy entrando de aire a pie quieto y así no le das tanta velocidad. Me cuesta, porque las piernas no me responden igual. Se trata de ir mejorando semana a semana.
Es decir, aunque esté en la cancha, se encuentra todavía en proceso de rehabilitación.
—Así es. Necesito esa rehabilitación, porque de no hacerla, no llegaría a los partidos. Tengo que recuperar y entre semana no puedo entrenar mucho. Si no, no llegaría al encuentro.
Llevan dos puntos en seis partidos. Cierran la primera vuelta este sábado en Bilbao contra Elordi-Rezusta, que suman tres derrotas seguidas.
—Vienen de una mala racha, pero forman una pareja muy difícil. Han sufrido un bache ante parejas muy buenas. Elordi hace mucho daño en Bilbao, porque coge altura con la derecha.
