pamplona. El colectivo de apoyo a los presos de ETA Etxerat, ha eliminado de su listado de reclusos a los cinco últimos expulsados del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK en sus siglas en euskera). Así se puede comprobar en la relación de presos políticos vascos que aparece en la página web de la agrupación, donde no constan los nombres de Valentín Lasarte, Esteban Murillo, Jorge Urruñuela, Iñaki Rekarte y Andoni Muñoz. Dicha lista, que incluye a 746 presos del grupo armado que cumplen condena en cárceles españolas y francesas, fue actualizada por última vez el pasado 22 de diciembre.

En un comunicado publicado por el diario Gara el pasado lunes, el EPPK hizo pública la expulsión de esos cinco presos por situarse "fuera de la disciplina y el respaldo del Colectivo". Como consecuencia de esa discrepancia con la línea oficial, la nota agregaba que "a partir de ahora, hablarán y ejercerán a título personal". Una decisión que, al parecer, ha tenido su reflejo en la labor de apoyo a los reclusos que ejerce Etxerat, agrupación que integran los propios familiares de los reclusos vascos.

Sin embargo, esta situación no es nueva, ya que otros históricos dirigentes de ETA como Joseba Urrosolo Sistiaga, Carmen Gisasola, José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, o Kepa Pikabea, que se han significado en los últimos tiempos contra la organización armada, han sido proscritos tanto por el EPPK como por Etxerat. Ninguno de ellos aparece tampoco en el listado del colectivo de apoyo a los reclusos.

precedente Preguntado por este periódico, un portavoz cualificado de Etxerat rehusó aclarar en qué se traduce exactamente el hecho de que estos presos ya no se encuentren, aparentemente, bajo su amparo. Así, se limitó a asegurar que "no hay ninguna razón específica, no tenemos nada que decir sobre el caso, solamente sabemos lo que ha aparecido en el documento y nada más". El apoyo de Etxerat a los presos se traduce en acciones como sufragar su defensa mediante la contratación de abogados.

Para hacerse una idea de las consecuencias de esta proscripción dentro de la agrupación de familiares de presos, cabe recordar el acto que los DEMO, el colectivo de desobediencia civil que apoya a los presos políticos, celebraron el 28 de diciembre de 2008 en Mugerre, cerca de Baiona. La convocatoria tenía como fin homenajear a los rebeldes Kepa Pikabea, Carmen Gisasola, Joseba Urrosolo Sistiaga y Txelis, que se apartaron del EPPK. En dicho acto, que contó con la presencia de allegados de los homenajeados, se celebró una comida popular cuyos fondos se destinaron de forma íntegra a Etxerat. Paralelamente se hizo circular una bolsa entre los asistentes para recaudar ayudas, en ese caso dirigidas específicamente a los cuatro disidentes.

De forma también significativa, el evento culminó con los representantes de los DEMO y cuatro familiares de Txelis, Pikabea, Gisasola y Urrosolo, sujetando cada uno su fotografía. Con ello pretendían reivindicar su figura ante la desaparición de su imagen de los carteles que exhiben los rostros de los presos de ETA.

ofensiva La confirmación de la expulsión de los cinco reclusos de ETA del EPPK y el reflejo que esta medida ha podido tener en la actividad de Etxerat se produce en un momento de contrastes para la asociación de familiares de presos. Y es que al éxito de convocatoria de la marcha que se celebró el pasado sábado en Bilbao se suma el saberse en el ojo del huracán tras la llegada del PSE al Gobierno vasco.

El prólogo a esta situación fue la advertencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que no descartaba actuar contra Etxerat por mostrar fotografías de miembros de ETA como Txeroki en la manifestación que tuvo lugar el 3 de enero del año pasado en la capital vizcaina. El nombramiento de Rodolfo Ares como consejero vasco de Interior enconó aún más la situación con su ofensiva contra los carteles de presos de la banda que culminó con los enfrentamientos en las fiestas patronales del verano.

Imagen del homenaje a "Txelis", Pikabea, Gisasola y Urrosolo. Foto: javi c.