pamplona - Los desastrosos resultados que ha tenido UPyD en las andaluzas han reabierto con más virulencia la crisis interna a cuenta de la conveniencia o no de arrimarse a Ciudadanos y, de momento, tres de los cinco diputados del grupo han dado un golpe en la mesa pidiendo la dimisión de Rosa Díez.

Dos de ellos, Irene Lozano y Álvaro Anchuelo, han abandonado incluso el Consejo de Dirección, junto a los dirigentes Rodrigo Tena y David Andina, mientras que Toni Cantó, también candidato de UPyD a la Generalitat valenciana y que no es miembro del órgano ejecutivo, se ha posicionado en esa misma línea. Ya no es un grupúsculo de desleales, como el exeurodiputado Francisco Sosa Wagner o los parlamentarios en Bruselas Enrique Calvet y Fernando Maura los que cuestionan el liderazgo de Díaz por una estrategia errada, ahora son algunos de los más estrechos colaboradores de la portavoz los que han levantado la voz exigiéndole responsabilidades por el fracaso.

UPyD no sólo no ha entrado en el Parlamento andaluz como confiaban que harían con al menos un escaño, sino que ha reducido sus apoyos con respecto a las anteriores elecciones al lograr únicamente un 1,93% de los votos frente al 3,35% de 2012.

Y no es que no haya espacio en Andalucía para la opción política que defiende la formación magenta porque Ciudadanos, que se mueve en ese mismo espectro ideológico, ha conseguido, a la primera, irrumpir con nueve escaños. Y eso ha hecho saltar las chispas. Pasada la medianoche del lunes acabó una reunión del Consejo de Dirección, que terminó como el rosario de la aurora, con cuatro dimisiones por no compartir lo que allí se decidió por mayoría: primero abortar un nuevo intento de acercamiento a Ciudadanos y segundo arropar a Díaz y no hacerle “chivo expiatorio” del pésimo papel de UPyD en Andalucía.

Ayer, a través de las redes sociales y de declaraciones en los medios, hubo más que reproches cruzados entre unos y otros, algunos muy subidos de tono, como los que dedicó el “número dos” de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, a sus tres compañeros de bancada, a quienes acusó de “irresponsables” y de buscar sólo su interés personal.

Ellos, mucho más comedidos, se han limitado a insistir en que las cosas tienen que cambiar y en que Rosa Díez debe dejar su bastón de mando por la parte que le toca en el fracaso de UPyD en Andalucía, que podría repetirse en las cuatro citas electorales que quedan este año. Mientras tanto, Rosa Díez ha seguido enarbolando la bandera de la “autonomía” de UPyD frente a Ciudadanos y, en absoluto, se ha sentido aludida por esas peticiones de dimisión al no considerarse responsable de los resultados.

Grandes Apoyos Para otros dirigentes, como Andrés Herzog, coordinador de Regeneración Democrática y uno de los grandes apoyos de Rosa Díez, la responsabilidad no es de una sola persona sino que tienen que ser compartida por todo el equipo, pero ni ve necesario que nadie dimita porque sería un “suicidio” en este momento y también rechaza aliarse con Ciudadanos, con el que, a su juicio, no tienen nada en común.

UPyD ha celebrado reunión de grupo esta mañana en la que han debatido todas estas cuestiones de manera racional, según han contado algunos de los presentes, y después, en el pleno del Congreso, se ha visto a los cinco diputados hablando entre ellos.

El sábado, UPyD celebrará un Consejo Político que se prevé intenso y tirante, y en el que Cantó defenderá abrir de nuevo la vía de la negociación con Ciudadanos como alternativa a la supervivencia. Una vía que se cerró en noviembre pasado tras fracasar las negociaciones que emprendieron ambos partidos para concurrir juntos a las elecciones, una estrategia en la que UPyD nunca demostró gran interés.

Cantó será el único que el sábado podrá hablar en representación de sus compañeros porque el resto, al dimitir, ya no forman parte del Consejo Político.

UPYD, división interna y dimisiones

Nuevas votaciones el sábado. La crisis que atraviesa UPyD se reprodujo el lunes en la reunión de su Consejo de Dirección, en el que las posturas enfrentadas de sus miembros provocó que se sometiera a votación la continuidad de Rosa Díez al frente del partido y volver a intentar abrir una negociación con Ciudadanos. La crisis interna no se zanjó con esas dos votaciones pues algunos de los críticos ya anunciaron que este sábado pedirán responsabilidades en el Consejo Político. De momento, cuatro de los miembros del Consejo de Dirección dimitieron tras las votaciones del lunes: los diputados Irene Lozano y Álvaro Anchuelo más David Andina y Rodrigo Tena.