De mirlo blanco a ladrona de barrio
tras 30 años en política, cristina cifuentes pasa de ser una posible sucesora de rajoy a salir de la presidencia por la puerta de atrás
Cristina Cifuentes cerró ayer un ciclo con su renuncia a la Presidencia de la Comunidad de Madrid tras la polémica por las irregularidades de su máster universitario, un título que le ha costado muy caro, tanto que puede que regrese a la universidad y, en concreto, a su puesto de funcionaria en la Complutense.
La puntilla a la figura política de Cifuentes llegó con la publicación ayer de un vídeo donde se le ve tras haber sido sorprendida supuestamente hurtando cremas en un supermercado en 2011.
Víctima del código ético del PP madrileño impulsado por ella misma, el cual exige la renuncia de quien incurra en una falta grave de ejemplaridad, y del pacto de investidura sellado con Ciudadanos, Cifuentes ha visto frenada en seco una carrera política de 30 años en la que, como mínimo, aspiraba a repetir como candidata de su partido a la Presidencia de la Comunidad el próximo año.
Caminante de fondo, Cifuentes llegó paso a paso hasta el despacho que ahora abandona en la Puerta del Sol tras casi tres décadas como diputada regional, vicepresidenta de la Asamblea y delegada del Gobierno.
Cifuentes también tiene una larga trayectoria en Génova, donde fue durante muchos años miembro de la dirección regional del PP antes de hacerse con las riendas del partido en Madrid en marzo de 2017.
perfil poco común Nacida en Madrid en 1964 en el seno de una familia militar de ocho hermanos, Cifuentes, alumna de colegio de monjas y madre de dos hijos, es licenciada en Derecho y, además del ya famoso máster en Derecho Autonómico, tiene otro en Administraciones Públicas, fue directora de un colegio mayor y es miembro del Cuerpo de Técnicos Superiores de la Universidad Complutense.
Su imagen, sin embargo, no es la de una política del PP al uso: al margen de su característica melena rubia, tiene cinco tatuajes, se declara agnóstica y republicana, y no sigue el guion del partido en temas del aborto.
En su vida hay un antes y un después: el accidente de moto que sufrió en agosto de 2013 en el Paseo de la Castellana y tras el que, como ella misma ha explicado, estuvo a punto de morir varias veces.
Antes de llegar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en junio de 2015, Cifuentes había pasado casi toda su vida política ligada a los proyectos de Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre (fue diputada en la Asamblea de Madrid desde 1991 a 2012), pero su militancia popular viene de más lejos aún, en concreto de cuando se afilió con 16 años a las Nuevas Generaciones de la Alianza Popular de Manuel Fraga.
muy mediática La expresidenta comenzó a ser más conocida tras ser nombrada delegada del Gobierno en Madrid en enero de 2012 y por sus intervenciones en tertulias políticas televisivas e intensa presencia en las redes sociales, donde continúa siendo muy activa (tiene más de 290.000 seguidores en Twitter).
Como delegada, Cifuentes mantuvo una relación tensa con colectivos como el 15-M, la Coordinadora 25S y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), lo que propició numerosas manifestaciones en la capital bajo su mandato.
Tras confirmarse como candidata a la Comunidad de Madrid, Cifuentes asumió el lema Tolerancia cero contra la corrupción y marcó distancias con Aguirre e Ignacio González.
Asimismo, la expresidenta consiguió mantener para el PP el Gobierno madrileño tras ganar las elecciones autonómicas de mayo de 2015, aunque sin mayoría absoluta, por lo que tuvo que sellar un pacto de investidura con Ciudadanos. Dicho acuerdo de 76 compromisos incluye, en su punto número 3, la obligatoriedad de que abandone su puesto “cualquier cargo público que haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica”, compromiso del que ha sido víctima la propia Cifuentes, quien aseguró que tenía previsto dimitir el próximo 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid.
Ya asentada en la Presidencia del Ejecutivo autonómico, la política asumió en marzo del año pasado las riendas del PP madrileño y se marcó como objetivo recomponer la imagen de la formación e intentar superar los escándalos de corrupción protagonizados por exdirigentes como el propio González o Francisco Granados.
La reducción de altos cargos o la supresión del Consejo Consultivo fueron algunas de sus medidas en sus primeros meses de Gobierno, así como la bajada de las tasas universitarias, el abono transporte para menores de 26 años (con una tarifa plana de 20 euros) o el pase de 10 euros para parados de larga duración.
vuelta a la uni Cifuentes ha promovido la personación de la Comunidad de Madrid como acusación en el caso Púnica y hace gala de que ella fue quien destapó el caso Lezo, que implica a González por irregularidades en Canal de Isabel II, aunque eso no ha evitado que ella misma tuviese que comparecer ante la comisión de investigación sobre la corrupción en la Asamblea.
Ahora, Cifuentes tendrá que buscar nuevas ocupaciones y a lo mejor vuelve a su antiguo puesto en la Universidad Complutense; paradojas del destino, una experta conocedora del mundo administrativo académico, tras vivir la polémica por las irregularidades en un máster, acaba dimitiendo por “un error” en la compra en un supermercado. - Efe