pamplona - El Gobierno de Felipe González condecoró a los asesinos de Lasa y Zabala. El exgeneral Enrique Rodríguez Galindo y los guardias civiles Felipe Bayo y Ángel Vaquero recibieron medallas por sus servicios al “interés de la Patria” tras el secuestro y desaparición de ambos jóvenes. Además, en al menos dos casos, esas condecoraciones eran “pensionadas”.
A pocos días de que se cumplan 35 años de este crimen del terrorismo de estado -el secuestro se produjo el 15 de octubre de 1983, mientras que sus cuerpos fueron hallados en enero de 1985 pero no fueron identificados hasta diez años más tarde-, el historiador Iñaki Egaña aprovechó una charla ofrecida junto a la ahora parlamentaria de Elkarrekin Podemos Pili Zabala para aportar este dato. Tras estas declaraciones el diario digital Público localizó las distintas condecoraciones otorgadas por el Ejecutivo del PSOE a Enrique Rodríguez Galindo, Ángel Vaquero y Felipe Bayo, quienes en 2000 serían condenados por este caso junto al gobernador civil Julen Elgorriaga y el también guardia civil Enrique Dorado. Todos ellos salieron de la cárcel a los pocos años, de manera que apenas cumplieron una pequeña parte de sus sentencias.
El primer regalo del gobierno de González llegó muy poco tiempo después de que Lasa y Zabala fueran detenidos ilegalmente y trasladados al Palacio de la Cumbre, una vivienda oficial ubicada en Donostia. Los miembros del cuartel de Intxaurrondo aprovecharon el sótano de esa casa -destinada como residencia oficial de Elgorriaga- para torturarles. Dos meses más tarde, la Subsecretaría del ministerio de Interior ordenó la concesión de la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, en su categoría de Cruz con distintivo rojo, a Galindo y Bayo. Tal distinción estaba destinada a “premiar las acciones o conductas de extraordinario relieve, que redunden en prestigio del Cuerpo e interés de la Patria”. La cruz con distinto rojo que se entregó a Galindo y Bayo estaban “pensionadas”, lo que suponía que sus destinatarios cobrarían un plus de un 15% de lo estipulado en su sueldo. De esa manera, se premiaban los “hechos o servicios realizados con riesgo de la propia vida o demostración de valor personal por parte de sus ejecutantes”, según indica el Boletín Oficial del Estado.
En 1986, el entonces capitán Ángel Vaquero Hernández fue distinguido con la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, en su categoría de Cruz con distintivo blanco. Según ha verificado este periódico, en el BOE no consta ninguna resolución de revocación de la medallas. - D.N.