En petit comité, Pablo Iglesias fue recibido ayer por la tarde en Sartaguda, concretamente en el parque de la Memoria, un lugar en el que Julio Sesma y José Ramón Martínez, expresidente el primero e impulsores ambos de la asociación Pueblo de las Viudas, ejercieron como anfitriones. Allí, además, estuvieron algunos familiares de fusilados de Lodosa, Sartaguda y Cárcar.
Durante algo más de una hora, Iglesias paseó por este espacio y descubrió el significado de cada una de las esculturas. Además, conoció de primera mano las atrocidades que sufrieron en estos municipios.
De hecho, Ana Mª Eguizábal, de Lodosa, le explicó cómo lograron sacar cinco cuerpos, entre ellos el de su padre, del Valle de los Caídos en el año 1980 para darles digna sepultura mientras que Amelia Resano le comentó con resignación, al tiempo que le entregó un libro y vídeo, que su tío sigue enterrado en alguna cuneta.
Para Iglesias, “este lugar es un ejemplo, hacen falta parques como este en toda España. Nuestro país tiene una enorme deuda con la gente que luchó por la justicia social y por un país mejor. Ha sido muy emocionante escuchar a las personas que, sin ningún ánimo de revancha, están poniendo encima de la mesa valores democráticos de los que forman la memoria. La memoria no es algo que forme parte del pasado sino que es algo que orienta la mirada de futuro. Va siendo hora de que haya un gobierno que se tome en serio la memoria histórica. En un momento en el que emergen opciones de extrema derecha que vuelven a plantear barbaridades, tomamos conciencia de lo que significa la ausencia de una política de memoria democrática en España”.
Además, el político insistió en que las líneas de trabajo deben ir en varias direcciones: “Para empezar, los torturadores no pueden tener medallas ni cobrar pensiones extras, acordamos hacer un museo de la memoria a nivel estatal. Creo que iniciativas como la de este parque deben ser un ejemplo que se puede hacer en muchos sitios. Es fundamental que no haya un monumento de estado a un dictador y creo que las familias tienen derecho a recuperar y a dar sepultura a sus muertos”.