pamplona - La primera reunión de los equipos negociadores del PSOE y ERC terminó como se esperaba, sin acuerdo, aunque con algunos puntos de encuentro. Los republicanos siguen en el no a Pedro Sánchez y en abordar sin vetos un conflicto “político” mientras que los socialistas más optimistas constatan voluntad de diálogo para “desencallar” la investidura. Tras dos horas y media de reunión, el único acuerdo concreto fue seguir dialogando y para ello quedaron emplazados a una próxima reunión el martes día 3, en el mismo escenario, el Congreso de los Diputados, tras la sesión constitutiva de la Cámara. Ambos grupos, que mantienen una gran opacidad en todo el proceso de la investidura, especialmente el PSOE, decidieron publicar un comunicado y no comparecer al final de la reunión para evitar las preguntas más comprometidas.

ERC sigue metiendo presión y ratificó ante los socialistas que su abstención a la investidura pasa por una mesa de negociación entre gobiernos “sin apriorismos ni temas vetados”, es decir abierta a hablar de autodeterminación y amnistía. Y dejaron claro que el punto de partida es la constatación, por ambas partes, de que hay que abordar políticamente un conflicto de “naturaleza política”.

El reconocimiento de una crisis “de naturaleza política” era una de las condiciones que había trasladado el partido de Oriol Junqueras a los socialistas en los últimos días. Y en su comunicado, el PSOE asume, como pretendía ERC, que el problema en Catalunya es un “conflicto político”. También acepta implícitamente una mesa entre gobiernos al plantear encauzarlo “desde el diálogo y el entendimiento institucional”, según figura en la nota, en la que Ferraz insiste fundamentalmente en la necesidad de desbloquear el país con la investidura.

Los republicanos reconocen que los diagnósticos de las partes no son coincidentes pese a lo cual “comparten la necesidad de poder retomar la vía del diálogo entre partidos e instituciones, así como implicar en ésta a la sociedad civil”. Frente a la visión más negativa de ERC, los socialistas aprecian voluntad de entendimiento y consideran que esta reunión es un primer paso para sacar al país en la situación de bloqueo en la que se encuentra.

En la reunión, los republicanos insistieron en trasladar sus peticiones que pasan por una mesa de negociación que se fundamente en cuatro pilares: que sea entre gobiernos, sin apriorismos ni temas vetados, con un calendario y garantías de cumplimiento por escrito. ERC quiere compromisos muy claros de calendario para fijar el diálogo entre los dos Gobiernos, pero no plantea específicamente la autodeterminación ni la amnistía, al menos de momento.

En lo que sí coinciden ambos es en la necesidad de encauzar un conflicto político desde el diálogo, en el que. los socialistas han introducido como contenido de la mesa de negociación la agenda de contenido social, y los derechos civiles y laborales cercenados, en su opinión, por el PP.

El PSOE quiere sacar de esta negociación un compromiso de abstención en la investidura de Pedro Sánchez, porque no quieren estar hasta el último día pendientes de la negociación como sucedió en julio, cuando finalmente fracasó la investidura. Esta vez los socialistas quieren decir la fecha del pleno y convocarlo cuando ya esté todo cerrado, si eso es posible.

169 ‘síes’ El PSOE está apostando todas sus cartas al plan con los republicanos catalanes, que es una investidura con 169 síes posibles (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Coalición Canaria, PRC, BNG, Teruel Existe) y la abstención de ERC y Bildu (esta última no es imprescindible, pero va en el paquete de los republicanos) frente a los 163 noes de PP, Vox, Ciudadanos, Navarra Suma, JxCat y la CUP. Los socialistas han decidido jugar muy fuerte esta baza, y están dispuestos a ser muy flexibles con ERC.

Pero además, quieren que ERC les dé alguna garantía de que esta vez sí permitirá la aprobación de los Presupuestos, que los socialistas necesitan cuanto antes para poder desarrollar su política tras el acuerdo con Unidas Podemos. La decisión de ERC y PDeCAT de presentar una enmienda a la totalidad a las últimas cuentas en febrero llevó a la convocatoria electoral en abril, y las Cuentas que siguen en vigor son las del PP. El Gobierno quiere tener los nuevos Presupuestos aprobados antes del verano de 2020.

Seis personas integraron los equipos negociadores. Por parte del PSOE asistieron la portavoz del grupo socialista en el Congreso, Adriana Lastra, el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, y el ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

En nombre de ERC participaron su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, la secretaria general adjunta del partido, Marta Vilalta, y el presidente del Consell nacional de los republicanos, Josep Maria Jové. Estos dos últimos representan al sector más duro de ERC, el que tiene más dudas sobre el pacto con el PSOE, mientras Rufián, que siempre habla en positivo de “el PSOE de Lastra” y mantiene un contacto fluido con la portavoz, estaría en posiciones más favorables al acuerdo. Jové, que fue mano derecha de Oriol Junqueras y está considerado uno de los ideólogos del procés, está imputado por malversación de fondos públicos, desobediencia grave y revelación de secretos por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. En su domicilio fue hallada una de las pruebas clave contra los dirigentes independentistas: la agenda Moleskine que recogía la hoja de ruta hacia la independencia.

El encuentro de ayer tuvo lugar, 24 horas después de que la Diputación Permanente convalidase con el voto de PSOE, PP y Cs, y la abstención de Unidas Podemos, el decreto de medidas urgentes para la administración digital, que permite intervenir servicios digitales si amenazan el orden público. PSOE y Unidas Podemos, no obstante, han acordado suavizar el decreto que permite al Gobierno intervenir Internet para “preservar el orden público”. Entre las nuevas garantías acordadas, estaría “control judicial de cualquier acto administrativo que pueda afectar a los derechos y libertades fundamentales”.

En el trasfondo de la cita de ayer también está latente la reciente resolución aprobada por el Parlament a favor de la autodeterminación y contra la monarquía. También pesa en la negociación la aprobación de los presupuestos catalanes, para los que ERC querría el apoyo del PSC. - D.N.

cuarto ministerio para podemos

Alberto Garzón. En paralelo a las negociaciones de PSOE y ERC, los socialistas y Unidas Podemos siguen trabajando en la configuración del Consejo de Ministros que surgiría de su pacto de gobierno. Un ejecutivo que probablemente estaría más fraccionado que el actual y que podría incluir entre 18 y 22 carteras, de forma que todas las piezas del primer gobierno de coalición de España encontraran acomodo. Con este objetivo, durante las últimas conversaciones que ambos partidos han mantenido se ha abierto la posibilidad de que Unidas Podemos controle una cuarta cartera, que se sumaría a la vicepresidencia social de Pablo Iglesias y a los ministerios de Igualdad y de Trabajo, que muy probablemente estarían dirigidos por la portavoz parlamentaria de los morados, Irene Montero, y la dirigente de la confluencia gallega Yolanda Díaz. La persona que se baraja para estar al frente del nuevo departamento de corte económico sería el líder de IU, Alberto Garzón,