pamplona - La primera Mesa y Junta del Parlamento de Navarra tras el parón navideño estuvo casi exclusivamente centrada en lo que pasaba en Madrid. Con todos los focos pendientes de la investidura de Sánchez, la mayoría de las declaraciones de los portavoces de los partidos navarros giraron en torno al hecho de que el Estado iba a contar con un presidente elegido en las Cortes por primera vez desde la marcha de Rajoy. Lo hicieron, claro, desde sus posiciones habituales: el PSN celebró el de ayer como "un gran día", como Podemos e I-E, ilusionados ante la posibilidad de un Ejecutivo que lleve a cabo una agenda social. Mientras, Geroa Bai y EH Bildu adoptaron una postura más prudente, satisfechos porque la derecha no ha conseguido frustrar la investidura, pero expectantes ante tanta promesa de Sánchez. La única sigla radicalmente en contra fue Navarra Suma, a quien precisamente el resto de partidos reprocharon el tono "crispado" y "con mentiras" que mostró durante la investidura.

Para Javier Esparza, portavoz de Navarra Suma, nada más lejos de la realidad. Defendió el discurso del diputado Sergio Sayas (UPN), consideró que no dijo "ninguna mentira" y que resumió "muy bien lo que está ocurriendo", que es que "Sánchez va a ser presidente gracias a Bildu y ERC". El monotema sobre la legitimidad que censuró Ramón Alzórriz, portavoz del PSN, que consideró que Sayas solo se dedicó a "crispar" y "atacar con mentiras y odio" contra todo lo que huele a progreso, por lo que "recibió la palmatida en el hombro de Abascal".

Sobre eso se posicionó también Uxue Barkos, portavoz de Geroa Bai, quien afeó las "inaceptables expresiones" de algunos diputados que pretendieron "negar la legitimidad" de otras personas elegidas "de la soberanía que emana de los ciudadanos". Más tajante se mostró Bakartxo Ruiz, portavoz de EH Bildu, quien consideró que la reacción de la derecha evidencia que la abstención de su grupo en el Congreso ha sido lo "acertado". Al margen del contenido programático y del futuro del Gobierno, Ruiz se mostró satisfecha en la medida en la que el Ejecutivo permite la posibilidad de "abrir cauces" y sobre todo evita "que los neofascistas puedan gobernar en el Estado español". En ese sentido, censuró el discurso de Sayas ya que, a su juicio, hace muy difícil distinguir "las posiciones de derechas de las de la ultraderecha". Por ahí también fue Mikel Buil, de Podemos, quien dijo que a Sayas solo le faltó "pronunciar el discurso subido encima de la cabra de la Legión" para dificultar todavía más el poder distinguir a "la derecha de la ultraderecha, y a su vez de la ultraultraderecha", dijo, exagerando.

Por último, Marisa de Simón, portavoz de I-E, saludó el nuevo Gobierno con "capacidad para desarrollar políticas sociales" frente al "tono bronco, pero vacío de contenido" en el que ha caído la derecha.