Patxi Zabaleta participó en la creación de HB y se quedó a 800 votos de ser alcalde de Iruñea tras la muerte de Franco. Después capitaneó una izquierda abertzale ajena a la violencia. Defiende más democracia. Para el Sahara y Ucrania, pero también para los vascos.

¿Qué es para usted el Aberri Eguna? ¿En qué cree que consiste? ¿Qué motivos hay para celebrarlo?

El Aberri Eguna es un día de autoafirmación, no tiene tampoco normalmente mayor trascendencia política ni ningún otro sentido específico reivindicatorio, porque hoy en día las reivindicaciones se van haciendo de diferentes maneras, tanto las culturales como las sociales o las laborales. Es un día bonito y con mucho sentido, pero no creo que haya un motivo concreto para celebrarlo. Es como preguntarse qué motivos hay para celebrar los Sanfermines. Tienen su importancia, pero otra cosa es que tenga que haber motivos para celebrarlos. Lo que sí es cierto es que este año, después de todo lo que ha pasado, sucederá lo mismo que con la Korrika o los Sanfermines, que después de un par de años sin celebrar por la pandemia se retoman con ánimo diferente, como de recuperación.

¿Por qué no se da una celebración unitaria como en otros países o como se buscó antes en Euskadi?

Pues igual no hay una celebración unitaria porque no hay objetivos comunes que puedan ser celebrados conjuntamente. Así como en la Korrika todo el mundo que está a favor del euskera se suma, se unifican las cosas, en el Aberri Eguna, la celebración tampoco tiene por qué atraer a quien no quiera venir. Si no vienen los del PSN y compañía que sí venían en tiempos de Franco, pues ellos se lo pierden. Y Podemos también. Ambas formaciones se están desdibujando. No tanto como el partido socialista francés o el italiano, que ya casi no existen, pero la socialdemocracia tiene muchas cosas en las que pensar, y seguramente no tiene tiempo para hacerlo en el Aberri Eguna en este momento.

¿Cuál es el principal desafío que afronta el pueblo vasco y su principal deseo para el futuro?

El desafío por antonomasia del pueblo vasco es el de la autodeterminación. En el caso de Ucrania, creo que si Europa como ámbito de los pueblos libres, tuviera en su programa la proclama de la autodeterminación, podría decir a los rusoparlamnetes y a los ucranio parlantes que en el ámbito de la autodeterminación tienen que buscar el arreglo para solventar sus diversidades, igual que lo tendrían que hacer los judíos y los palestinos. Es muy difícil, pero ¿qué se les ofrece a los que están enfrentados como solución pacífica desde el punto de vista político? Nada. ¿Qué plantean Sánchez y compañía? Pues una tontería como la de la unidad territorial de los Estados. ¿A dónde les ha llevado esto en el caso por ejemplo de Yugoslavia, que era una jaula de pueblos? A no poder entender lo que había sucedido y lo que iba a suceder. Europa no está dando soluciones, y a nosotros. como a los saharauis o a tantos otros, nos falta el derecho de autodeterminación. Habría que ir por este camino. Por todo ello, a mí me gustaría que sigamos avanzando y dando pasos en la libertad y en nuestra autoafirmación. Es decir, que tengamos cada vez más sitio para el euskera, que sea cada vez más lengua oficial... Ese es mi deseo, que cada vez seamos más libres y más vascos.