No habrá deflactación general de la tarifa del IRPF, que ya se ha aplicado en otras comunidades. Los socios del Gobierno han vuelto a rechazar una medida que beneficia más a las rentas más altas y ha apostado por una deducción para las rentas medias y bajas. Una medida pactada ya en mayo y que sigue pendiente de aprobación, a la espera de que el Departamento de Hacienda concrete una reforma fiscal para el próximo año.

 De momento no hay mayor detalle de una propuesta que pretende compensar el alza de los precios, pero a la que se le presupone un alto coste presupuestario. Afectará a las rentas de menos de 32.000 euros (puede que incluso a sueldos superiores) que podrían recibir hasta 900 euros de deducción. Los grupos que apoyan al Gobierno siguen negociando los términos de aplicación, mientras Hacienda hace cuentas para buscarle un encaje en el proyecto de gastos e ingresos sin descuadrar el conjunto del proyecto de presupuestos.

 El debate ha llegado esta vez de la mano de Izquierda-Ezkerra, que ha defendido la necesidad de “rescatar a quienes lo van a pasar francamente mal”. “No deflactar es una subida de impuestos y presionar fiscalmente a quien menos renta tiene”, se ha quejado Marisa de Simón.

 Curiosamente, Izquierda-Ezkerra solo ha contado con el apoyo de Navarra Suma. La coalición derechista lleva ya varios meses reclamando una medida similar, y hoy ha planteado “una deflactación progresiva entre el 6% y el 8,5% para rentas bajas y medias”. La enmienda ha sido aceptada por I-E pero rechazada por el resto de grupos, así que la solicitud, que tampoco era vinculante, ha decaído por falta de apoyos.

 El debate político

La moción ha servido en cualquier caso para que los grupos políticos vayan fijando posición de cara al debate que se llegará en las próximas semanas al Parlamento. El Anteproyecto de Presupuestos, aprobado ayer por el Gobierno, llegará a la Cámara el 4 de noviembre, y es posible que lo haga acompañado de una reforma fiscal. Serán los cuartos presupuestos de la legislatura.

Adolfo Araiz, este jueves en Parlamento de Navarra. UNAI BEROIZ

 De momento falta el apoyo de EH Bildu, que sigue negociando con el Ejecutivo foral su apoyo a las cuentas del próximo año. Hay buena sintonía en lo que se refiere a los gastos, pero siguen lejos las posiciones en materia fiscal. “Hacen falta medidas estructurales y no meramente puntuales”, ha reclamado Adolfo Araiz, que ha defendido la necesidad de abordar cambios no solo en el IRPF, también en Sucesiones, Sociedades o rentas de capital.

En este último punto el portavoz de EH Bildu ha insistido en la “injusticia” que supone que quien percibe sus ingresos por las rentas del trabajo tenga que pagar más que quien gana la misma cantidad mediante rentas de capital. “Siempre se nos dice que nunca es el momento, pero la reforma fiscal no se puede rechazar más”, ha subrayado.

 Pero no parece que los socios del Gobierno vayan por esa dirección. Tanto PSN como Geroa Bai han recordado que hay ya un acuerdo de la mayoría de la Cámara, incluida Izquierda-Ezkerra, para aplicar una deducción extraordinaria en el IRPF, y han acusado a I-E de actuar con incoherencia. “No me queda claro si lo que nos pide es que quitemos su firme del acuerdo que firmamos en mayo o quiere que apliquemos las dos medidas”, ha ironizado Mikel Asiain, de Geroa Bai. En ese sentido, ha apuntado que su grupo hubiera apoyado la medida si no hubiera un acuerdo previo en torno a una medida alternativa.

 En esa línea, la portavoz del PSN, Ainhoa Unzu, ha defendido el conjunto de medidas extraordinarias aplicadas hasta ahora por el Gobierno foral, que ha cifrado en 160 millones, y que defendido el rigor en materia fiscal. “Lo que tenemos lo sostenemos entre todos”, ha subrayado Unzu, que ha recordado que ni I-E ni Navarra Suma apoyaron la deflactación aprobada en los dos últimos años. “Sin justicia fiscal no hay justicia social”, ha defendido.

 Finalmente, Podemos ha sumado sus votos a los de sus compañeros de coalición, pero ha coincidido con EH Bildu en la necesidad de aplicar “medidas estructurales”. “Estamos trabajando en una deducción para quienes más han visto afectada su capacidad de gasto”, ha concluido.