La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha reconocido este miércoles ante el Pleno del Congreso que "esperan meses difíciles" por delante a causa del "enfriamiento de la economía", por lo que ha defendido contar con unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PE) para el próximo año por suponer "una señal de fortaleza, seguridad, fiabilidad y solvencia como país".

En su intervención inicial para defender las nuevas cuentas públicas en su primer examen parlamentario, el debate de totalidad, Montero ha asegurado que la lucha contra la inflación es "la principal preocupación" del Gobierno y de estos Presupuestos, basados en las premisas de la "justicia social" y la "eficiencia económica".

"Dos caras de la misma moneda", ha explicado la ministra, que cree que "una no puede ser sin la otra", ya que la desigualdad supone "un lastre para la economía". Así, ha reivindicado políticas de equidad "para evitar que las consecuencias de la guerra consoliden un país en varias velocidades" y también una política económica para que "las empresas sigan avanzando" en competitividad, capacidad exportadora y posicionamiento en sectores estratégicos.   

"NO CAER EN LA 'DOCTRINA DEL SHOCK"

La ministra de Hacienda ha pedido no "caer en la 'doctrina del shock'" que, a su juicio, "se adueña en alguna bancada" pues "todos los organismos avalan que España liderará el crecimiento en la Eurozona", con una previsión de crecimiento del 4,4% para este año y del 2,1% el próximo año "avalada por la AIReF", ha recalcado.

"España seguirá creciendo y lo hará a pesar del difícil contexto internacional", ha asegurado, explicando en parte este avance en reformas emprendidas por el Gobierno, como en el mercado laboral, con una ocupación hoy en "máximos históricos" por encima de 20 millones y la previsión de superar los 21 millones el próximo año y rebajar la tasa de paro por debajo del 12%, la tasa más baja en 15 años.  

En su intervención, Montero ha asegurado que "va a tender la mano a todo el mundo" para negociar los presupuestos de 2023 y ha pedido a los grupos políticos que "eleven la mirada" y piensen en cómo "todo lo que está pasando (...) impacta en la vida de la gente".

En la defensa en el Congreso del proyecto presupuestario de 2023, Montero ha cargado contra los grupos que en lugar de hacer una oposición "constructiva" intentan "deslegitimar" al Gobierno, una actitud que, ha asegurado, "daña" la democracia y la política".

AFIRMA QUE LA BAJADA DE IMPUESTOS QUE DEFIENDE EL PP NO COMBATE LA INFLACIÓN

Por otra parte, la ministra de Hacienda y Función Pública ha defendido la "prudencia" en la previsión de ingresos contemplada en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2023 y ha criticado que las medidas fiscales planteadas por el PP, como la deflactación del IRPF o la eliminación del impuesto sobre Patrimonio --implantadas en algunas de sus comunidades-- no combaten la inflación.

"La deflación que persigue el PP o la eliminación del Impuesto de Patrimonio no combate la inflación e implica una rebaja fiscal para rentas más altas y prácticamente residual para las rentas más bajas", ha advertido la ministra durante su intervención inicial para defender las nuevas cuentas públicas en su primer examen parlamentario, el debate de totalidad.

Montero ha defendido que parten de una previsión muy prudente de los ingresos públicos "que está así constatada por todos los analistas y por todos los organismos que han dado su opinión sobre esta cuestión".

De hecho, el crecimiento de los ingresos no financieros previsto para 2023 (6%) va a permitir al Gobierno contar con un margen de actuación en el caso de que la evolución internacional así lo aconseje y se tengan que extender las medidas temporales para hacer frente al alza de precios y a las consecuencias de la guerra en Ucrania.   

EL PAÍS "MERECE" UN DEBATE EN PROFUNDIDAD SOBRE FISCALIDAD

Pese a ello, Montero ha vuelto a insistir en que el país "merece" un debate en profundidad sobre la fiscalidad, un debate de fondo y, por tanto, "no abordado desde posiciones demagógicas o cortoplacista". La posición del Ejecutivo respecto a la fiscalidad es la consecución de un sistema fiscal justo y progresivo donde los que más capacidad tienen más aporten para que quienes más necesitan así lo reciban.

"Esto es lo que mandata la Constitución, pero además es lo que está defendiendo el Fondo Monetario Internacional o la propia Unión Europea", ha recalcado Montero. Ello pone de manifiesto, en su opinión, que la 'teoría de la servilleta' de Laffer "no funciona".

Al contrario, la ministra ha explicado que un reciente análisis sobre reformas fiscales en 18 países de la OCDE en los últimos 50 años ha demostrado que recortar impuestos al 1% más rico "ni impulsa el PIB ni baja el paro, sino que aumenta la desigualdad".   

ES "PRECISO PEDIR UN PLUS DE SOLIDARIDAD" A LOS QUE MÁS TIENEN

Por ello, la ministra ha justificado que, en este contexto, sea preciso pedir un "plus" de solidaridad por parte de lo que tienen más capacidad y es por ello que el Gobierno plantea, por ejemplo, incrementar el tipo impositivo sobre las rentas de capital superior a los 200.000 euros. Junto a esto, se está tramitando en esta Cámara Baja un impuesto de 'solidaridad' de las grandes fortunas "de forma temporal" durante 2023 y durante 2024.

Al tiempo, el Ejecutivo ha decidido rebajar el IRPF de las rentas más bajas a través de la reducción por rendimientos del trabajo hasta los 21.086 euros, una medida que abarca al 50% de los trabajadores y con lo que se prevé un ahorro para los contribuyentes de 1.881 millones de euros.

Como ejemplo, la ministra ha explicado que la medida aprobada por el Gobierno en el IRPF supone un ahorro para un salario de 18.500 euros de 746 euros, una rebaja fiscal del 33%. En cambio, la deflactación que propone el Partido Popular y que se ha aplicado en alguna comunidad autónoma supone un ahorro de 30 o de 35 euros al año para este tipo de contribuyente.

Por otra parte, la ministra ha defendido que contar con unos presupuestos "supone sin duda una señal de fortaleza, seguridad, fiabilidad y solvencia" en un contexto de "extrema volatilidad" en que los organismos internacionales prevén una "desaceleración económica generalizada" con riesgo de recesión en algunos países.

Este contexto económico puede llevar a un "clima de mayor descontento social", ha reconocido la ministra, que "de alas a los populismos extremos" y, por ello, las cuentas pretenden "acompañar a la mayoría social".

El estado del bienestar, ha subrayado, no es "un gasto superfluo" sino "justicia social" y "eficiencia económica" porque "la riqueza de un país la crea el conjunto de los ciudadanos, no una élite económica".

Montero también ha defendido la revalorización de las pensiones con la inflación porque "no hay nada que atente más contra la equidad que empobrecer a quienes no tienen margen para combatir la inflación" y ha afeado que "intentar enfrentar jóvenes y mayores no es serio, es mezquino". 

Las enmiendas a la totalidad han sido presentadas por PP, Vox, Ciudadanos, Junts, la CUP, Foro Asturias y los dos exdiputados de UPN de la coalición Navarra Suma.

Se trata del primer examen parlamentario a las nuevas cuentas públicas, aunque el Ejecutivo espera una victoria holgada en la votación de totalidad prevista para mañana, reeditando la mayoría presupuestaria que le ha permitido sacar adelante las cuentas los dos años anteriores.

En total, las enmiendas a la totalidad registradas suman 159 diputados --PP (88 diputados), Vox (52), Ciudadanos (9), Junts (4), la CUP (2), Foro Asturias (1), los dos exdiputados de UPN y el exdiputado de Cs Pablo Cambronero--, insuficientes para tumbar las cuentas si el Ejecutivo consolida sus apoyos.   

UNA SOLA VOTACIÓN Y POR MAYORÍA SIMPLE

Tras la intervención de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, el Pleno se reanudará a las 15.00 horas, con los grupos que piden la devolución del Presupuesto, de mayor a menor. El debate proseguirá, prolongándose hasta mañana jueves, con el resto de grupos, también de mayor a menor a excepción del PSOE, que cerrará el debate. A su conclusión, se votarán las enmiendas a la totalidad, todas juntas ya que piden lo mismo: devolver el proyecto al Gobierno y tumbar la tramitación de las cuentas. Para superar esta votación el Ejecutivo necesita rechazar estas enmiendas por mayoría simple.