La presidenta del Gobierno, María Chivite, ha defendido la operación de compra de mascarillas por parte de Sodena al inicio de la pandemia. “Fue una buena idea”, ha señalado este miércoles en el Parlamento, donde ha recordado que el informe de la Cámara de Comptos constata que se llevó a cabo “con transparencia” y “con publicidad” y en el marco de la normativa vigente.

Chivite en cualquier caso ha evitado entrar en los detalles de la operación, como le han reclamado Navarra Suma y EH Bildu. El principal grupo de la oposición ha criticado que el Departamento de Salud se desmarcara de la compra y que ahora argumente que desde el principio veía que la operación no era acertada. “¿Nadie le dijo nada? Usted es la presidenta y de usted dependen Sodena y Salud”, ha recriminado Javier Esparza.

La presidenta sin embargo ha eludido cualquier responsabilidad. Ha recordado que Sodena es una empresa pública y que por lo tanto la presidenta del Gobierno “no tiene incidencia directa” en lo que se decide en el consejo de administración de la sociedad. Ha alegado además que el acuerdo con la CEN no llegó a pasar por el Consejo de Gobierno.

Argumentos similares ha ofrecido para negar cualquier actuación relacionada con la compra de mascarillas por parte de Salud, y que también ha sido cuestionada por Navarra Suma. “La presidenta no supervisa ni autoriza cada uno de los contratos de la Administración. Confío en los profesionales de la cada y en los procedimientos de control”, ha afirmado Chivite, que ha considerado que ambos han funcionado correctamente.

Ha recordado además la situación de “emergencia sanitaria” en la que se llevó a cabo la operación. Con enormes dificultades para acceder a material sanitario”, la necesidad de cumplir los todos los estándares y la importancia de disponer de canales de confianza para comprar ese material. Además de la exigencia de adelantar el dinero para poder comprar un material que era muy escaso en aquel momento. “La situación era de enorme complejidad”, ha insistido Chivite.

En ese sentido ha recordado que el acuerdo “se hizo público” y que “era conocida la intención y la finalidad del mismo”, y “también los actores participantes”. “A partir de ahí, Sodena es una empresa pública y tiene sus mecanismos de toma de decisiones, y la presidenta no es parte de ellas”, ha reiterado Chivite, que ha ceñido su responsabilidad a pedir una solución. “Cuando supe que había problemas con el stock acumulado y en definitiva con la situación que ya conocen, insté en todo momento a una solución entre las partes para dar salida a esas mascarillas”, ha justificado.

Críticas de la oposición

Pero las explicaciones no han sido del agrado de los grupo que no forman parte del Gobierno. Ni Navarra Suma ni EH Bildu han dado por buenos los argumentos de Chivite, que consideran insuficientes, y han recordado que la máxima responsable del Gobierno es su presidenta. “Se quita la responsabilidad y se la pasa a Irujo”, ha criticado Javier Esparza, que ha considerado que es “algo feo” porque Chivite es también la presidenta de la CPEN, la corporación pública empresarial.

Navarra Suma ha puesto el foco además en el Departamento de Salud, que finalmente decidió no formar parte del acuerdo con Sodena y con la CEN. Algo que ahora justifica en que no vio clara la operación, pero que según la documentación que consta en el Parlamento no hizo público hasta el último momento. “Alguien está mintiendo, y creemos que es Salud”, ha señalado Esparza.

El portavoz de Navarra Suma ha preguntado por qué, si Salud tenía claro que la operación no era adecuada, nadie avisó ni paró la operación. “¿Usted no se enteró o dejó que Sodena firmara?”, ha preguntado Esparza que ha advertido que si no se hace responsable a la empresa Albyn “puede haber responsabilidades”.

Por su parte, el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, también ha cuestionado la actuación de Salud y ha considerado “incoherente” que el Departamento diga ahora que nunca avaló la operación cuando los documentos internos sí apuntan en esa dirección. “Hay evidencias que se desmarca a última hora”, ha considerado Araiz que interpreta que la falta de garantías para dar salida al stock reside precisamente en que Salud a última hora no quiso apoyarlo.

Apoyo de los socios del Gobierno

Por su parte, los miembros del Gobierno, aunque con algunos matices, han salido en defensa de la gestión del Ejecutivo foral. El portavoz del PSN, Ramón Alzórriz, ha reprochado a Esparza que "ha pasado de la retahíla de dudas, bulos y mentiras que le desmienten los hechos a una acusación gravísima, pero como es un falso no da nombres, porque decir que había un interés personal por parte de alguien del departamento de Salud en comprar mascarillas de Efficold es gravísimo". "Si tiene los datos, vaya al juzgado y si no cállese. Lo que hizo el Gobierno de Navarra en un momento muy complicado para la ciudadanía fue protegerla". Alzórriz ha señalado además que Comptos concluyó que el acuerdo de Sodena fue "legal y transparente".

El portavoz de Geroa Bai, Mikel Asiain, ha valorado que las conclusiones del informe de la Cámara de Comptos son "claras y determinantes y van en la línea de lo que había defendido Geroa Bai". Por otro lado, ha resaltado "la necesidad de dar salida a esas mascarillas, pero desde la seguridad jurídica, porque lo que no podemos pedir en ningún momento al consejero de Desarrollo Económico es que saque las mascarillas de cualquier manera, que prevarique". "Las mascarillas son necesarias en autobuses o trenes, con lo cual hay una posibilidad para darles salida", ha dicho.

El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha afirmado que "está claro que el convenio fue flojo y se hizo con muy pocas garantías para lo público", pero ha señalado que el informe de Comptos concluye que no ha habido "prevaricación ni malversación, que para nosotros era una línea roja para tomar medidas". "Tenemos que ser capaces de tolerar los errores, entenderlos dentro de un contexto emergencia y así lo hacemos, con el coste político que pueda tener", ha dicho.

Por último, la portavoz de Izquierda-Ezkerra, Marisa de Simón, ha llamado la atención sobre la "falta de garantías en la firma del acuerdo para salvaguardar los fondos públicos". "La CEN no pierde nada. ¿Quién pierde? Hasta hoy, la ciudadanía navarra, las arcas públicas", ha señalado, y ha defendido que, si es necesario, se deben regalar las mascarillas para que no se pierdan.