Ante un tema políticamente tan sensible como el futuro de Carles Puigdemont y de alguno de sus exconsellers, y el impacto de la sentencia del TJUE, la periodista Elisa Beni y el catedrático penalista Joan Queralt recomiendan poner el foco en los aspectos estrictamente jurídicos, y realizar una lectura integral de dicha sentencia para examinarla correctamente. Ambos colaboran además en medios de comunicación y conocen ciertas dinámicas mediáticas. Según Elisa Beni, “el que quiera entender esta sentencia, tiene que apuntar en un cuaderno las preguntas que hacía Llarena, y la respuesta a cada pregunta. Por ejemplo: ¿Se pueden volver a emitir varias veces las euroórdenes? Le dicen que sí. Pero siempre y cuando haya un cambio sustancial en las condiciones, y teniendo en cuenta la proporcionalidad y la posibilidad de que la entrega se vaya a producir, porque con una euroorden al señor se le va a privar de libertad, un derecho fundamental. Ante eso, usted puede decir que le han dado la razón a Llarena o preguntarse si es proporcional ahora por una malversación o un desorden público”.  

Para Joan Queralt, “El TJUE es el Tribunal Constitucional de la Unión Europea. Fija el alcance de las instituciones como de los derechos fundamentales de los europeos. Este catedrático explica que “por su propia naturaleza”, especialmente en su Gran Sala, “se nutre con juristas de reconocido prestigio procedentes de los diversos temas jurídicos y tradiciones jurídicas que hay en Europa. Con lo cual, subraya, “tienes que poner de acuerdo a un maltés con un danés, o a un noruego con un rumano, lo cual no siempre es fácil”. Así que “su acervo, precisamente, es el del consenso y no el del rodillo. Esto plantea un entendimiento difícil desde España, donde o ganas por cinco a cero o no ganas”, expone. 

Según Queralt, “aquí había la idea de que el TJUE dictaría la sentencia a favor de España, sin matices, pura y dura, y que al día siguiente, el justiciable, como dice la sentencia, estaría entregado, casi por mensajería, a la puerta del Tribunal Supremo, y eso no es así”.