Navarra asumirá a partir del 1 de julio la competencia exclusiva de Tráfico y Seguridad Vial. Una demanda histórica que el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió a transferir en octubre de 2018, pero que por diversos motivos se ha venido retrasando de forma continuada.

Se trata de una transferencia compleja desde el punto de vista administrativo, tanto en lo que se refiere a la gestión del propio servicio, incluido el cobro de multas, como a la necesidad de nuevo personal y el coste que ello supone para las arcas forales. Pero también tiene un trasfondo político evidente, con especial relevancia en el seno del Ministerio del Interior y de la propia Guardia Civil.

Finalmente han sido necesarios varios acuerdos políticos en Madrid para llevar a cabo la transferencia. Tras el compromiso público de Sánchez con la entonces presidenta, Uxue Barkos, Tráfico formó parte del acuerdo de investidura entre el PNV y el PSOE en 2019, y del acuerdo presupuestario entre los socialistas y EH Bildu en los presupuestos de este año. Se fijó incluso el 31 de marzo como fecha definitiva.

Será más tarde, aunque el anuncio oficial ha llegado antes. Un capítulo más, tal vez el último, de un largo proceso que comenzó en 2018 y en el que se cierra ahora en víspera electoral. Con dos Gobiernos afines y dirigidos por socialistas, en Navarra y en Madrid, que ha facilitado también que esta competencia histórica vuelva a la Comunidad Foral. Que ha supuesto además un trabajo técnico y administrativo difícil que ahora queda por culminar.

HISTORIA RECIENTE DEL TRASPASO DE TRÁFICO A NAVARRA

Octubre de 2018. Pedro Sánchez y Uxue Barkos acuerdan en una reunión en La Moncloa realizar el traspaso de la competencia exclusiva de Tráfico a Navarra antes de que acabe la legislatura.

Agosto de 2019. Toma posesión el nuevo Gobierno de Navarra. El consejero de Interior, Javier Remírez, afirma que Tráfico es “una prioridad”.

Septiembre de 2019. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska reafirma el compromiso del Gobierno de Navarra y atribuye los retrasos a la interinidad del Gobierno de España.

Noviembre de 2019. Elecciones generales con victoria para el PSOE, que deberá pactar para poder gobenar.

Enero de 2020. El acuerdo de investidura entre el PSOE y el PNV incluye el traspaso de Tráfico en seis meses. No se cumple. El Gobierno lo atribuye a la situación creada con la pandemia.

Septiembre de 2020. El Gobierno central anuncia que el traspaso se pone en marcha en octubre. Sin embargo la comisión mixta no se llega a reunir. El delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, la prevé para principios de 2021.

Febrero de 2021. El propio Arasti admite que el acuerdo sigue lejos y fija la firma para finales de año.

Abril de 2021. El vicepresidente Remírez confirma que el acuerdo está a falta del cálculo económico.

Septiembre de 2021. Se anuncia la firma del traspaso para el 1 de diciembre. El acto finalmente se suspende por falta de acuerdo. Arasti lo fija para el primer trimestre de 2022.

Marzo de 2022. El Gobierno de Navarra enfría el traspaso y afirma que el acuerdo “no está cerca”. Lo atribuye a problemas “técnicos” vinculados al “coste” de la competencia.

Noviembre de 2022. Chivite afirma en el Debate sobre el estado de la Comunidad que Tráfico llegará a Navarra “antes del fin de la legislatura”.

Noviembre de 2022. El Gobierno de España se compromete con EH Bildu, en el marco de la negociación presupuestaria, a que la transferencia sea efectiva “antes del 31 de marzo de 2023”. Sánchez ratifica en el Senado la decisión y confirma el traspaso de Tráfico como muestra del “compromiso con el autogobierno en Navarra”.

Diciembre de 2022. Arasti admite que quedan “flecos” por resolver porque se trata de un “trabajo técnico muy complejo”, pero confía en que la firma se lleve a cabo antes de fin de año.

Febrero de 2023. Chivite enfría las expectativas y afirma que no firmará un "mal acuerdo" para Navarra.

Marzo de 2023. Chivite anuncia un acuerdo con el Estado para realizar la transferencia el 1 de julio de 2023.