El goteo de personas que acuden a votar por correo para las elecciones generales de este domingo es constante a lo largo de todo el día en la oficina central de Correos del Paseo Sarasate de Pamplona. 47.411 electores navarros lo han solicitado en esta ocasión, casi el triple respecto a las anteriores elecciones forales y municipales de mayo, cuando lo pidieron 15.326. 

La fecha límite establecida para acudir a depositar el voto en cualquier oficina de Correos de todo el Estado es el jueves, 20 julio, aunque la entidad no descarta que la Junta Electoral Central decida ampliarlo. Además, Correos ha ampliado en Navarra, con carácter extraordinario, el horario de sus oficinas con horario de tarde hasta las 22 horas para facilitar el proceso electoral, y se ha previsto la apertura al público de oficinas en localidades que celebren festivos locales, si lo fuera necesario.

Las oficinas de Iruña son un ir y venir de gente que acude a recoger o entregar la documentación para poder votar. Algunos recibieron los sobres en casa y sólo se acercan a entregar su voto; otros lo recogen en la sede de Correos, tras haberles sido notificado que el cartero había acudido a la dirección proporcionada sin encontrar respuesta, y se marchan para tomar su decisión en tranquilidad de su hogar; y también hay quien llega a recoger la documentación y la abre en ese mismo lugar para depositar su voto en el momento y no tener que volver.

Una trabajadora se dedica en exclusiva a atender a los electores que han optado por esta modalidad de voto anticipado. Se encuentra en el centro del vestíbulo, con un cartel en el que claramente se lee “voto por correo”, por si a alguno le surgiera algún tipo de duda. Lo hace con la intención de agilizar el proceso y así evitar que se generen colas entre gente que acude a votar y aquellos que lo hacen para cualquier otra gestión no relacionada con la cita electoral.

Dentro de plazo

Desde Correos aclaran que el pasado domingo, día 16, no finalizó el plazo para que el sobre con las papeletas y toda la documentación necesaria fuera entregado a los electores en la dirección que indicaron en el momento de la solicitud. En su lugar, el periodo que venció fue el que tenía la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral para remitir toda la documentación necesaria a Correos para poder proceder a la entrega de los sobres para votar, lo que no afecta a los ciudadanos, aclaran desde la entidad. Por lo tanto, todo va según lo previsto, dentro de plazo y los carteros continúan con el reparto de las papeletas para garantizar que “todo aquel que solicitó el voto por correo podrá ejercer su derecho dentro de los plazos establecidos”.

Los repartidores están intentando entregar personalmente al votante hasta un máximo de dos veces toda la documentación necesaria. Tras ello, de no poder localizar al interesado, dejarán un aviso de llegada para que éste proceda a la recogida de los sobres en la oficina postal correspondiente. El proceso deberá finalizar, siempre, antes del jueves día 20, fecha en la que expira el plazo para todas aquellas personas que solicitaron el voto por correo, que ya no podrán acudir a sus respectivos colegios electorales si finalmente no depositan las papeletas en alguna oficina de Correos.

En otros procesos electorales, la gente solía acudir a votar por correo de forma mucho más abrupta, coincidiendo con las entradas y salidas de los trabajos o con el horario escolar, con muchas horas muertas a lo largo del día. En esta ocasión, al tratarse de la época estival y con los niños de vacaciones, el flujo está siendo continuo a lo largo de todo el día.

Vacaciones y comodidad

El principal motivo por el que se ha triplicado el número de electores que en esta ocasión esta votando o votará por correo son, sin lugar a dudas, las vacaciones de verano que a mucha gente pilló con el pie cambiado. Es el caso de Jaime, vecino de Pamplona, que no estará en la ciudad el día de las elecciones por un viaje que tenía programado. Es la primera vez que ha optado por el voto por correo y a pesar de ver como “un poco rollo” el hecho de la entrega certificada y tener que recibirla en mano, no ve gran inconveniente en ejercer su derecho a voto por vía postal.

Justo lo contrario piensa Nerea, también ciudadana de Iruña, que recogió ayer la documentación y votó en ese mismo momento por correo, a pesar de que el domingo estará en la ciudad y podría hacerlo en su colegio electoral sin ningún tipo de impedimento. La primera vez que ejerció su derecho a voto por vía postal fue en los anteriores comicios, en los que un viaje le impidió depositar su voto de forma presencial. “Me pareció muy cómodo y por eso he preferido hacerlo también esta vez, a pesar de no estar de vacaciones”, declaró, nada más entregar su voto a la trabajadora de Correos.

En el caso del pamplonés Santiago, debe participar en una carrera este domingo, por lo que no podrá acudir a su colegio electoral, como acostumbra a hacer con su familia o su pareja: “Lo de ir a votar en familia o con la novia está muy bien. Es una excusa más para juntarse e ir a tomar algo después de ir al colegio todos juntos”. Esta vez no podrá ser. Es la primera que ha votado por correo, un proceso que le ha parecido “simple y sencillo”, por lo que “no entiendo por qué ha habido tanta polémica”.

Matixa, sin embargo, no es pamplonesa, a pesar de vivir en la ciudad. Ella es de Arrigorriaga y está empadronada ahí, por lo que le corresponde votar por la circunscripción de Bizkaia. “Tenía las vacaciones cogidas cuando convocaron elecciones, por lo que no me queda otra”, explica. Es la segunda vez que vota por correo, pero en su caso no le supone ningún inconveniente desplazarse hasta su localidad natal para depositar su voto en la urna, ya que es algo que hace con asiduidad y así puede ver a su familia y amigos.