La candidata socialista María Chivite ha sido investida este martes presidenta de Navarra, en la segunda jornada del pleno celebrado en el Parlamento, al recibir el apoyo de PSN, Geroa Bai, Contigo Navarra y la abstención de EH Bildu, lo que le ha dado la mayoría simple necesaria en la segunda votación para su investidura.

Chivite defendió este lunes su candidatura frente a los parlamentarios forales, pero en esa primera votación no le otorgaron la mayoría absoluta que necesitaba para ser elegida presidenta.

Con un Parlamento foral de 50 escaños, Chivite ha repetido el resultado del lunes con los 21 apoyos de los tres partidos que han firmado el pacto de Gobierno, PSN (11), Geroa Bai (7) y Contigo-Zurekin (3), mientras que EH Bildu (9) se ha abstenido. Ha sumado 20 votos en contra, los de UPN (15), PP (3) y Vox (2).

En esta ocasión, con lograr más votos a favor que en contra era suficiente, debido a la diferencia de solo un voto entre los favorables y los contrarios, y han sido varios socialistas, entre ellos Chivite, quienes han llevado el recuento en un folio.

Adolfo Araiz protagonizó la anécdota de la jornada al acudir a la votación vestido de blanco y rojo por las fiestas de Tafalla Javier Bergasa

La socialista, tras anunciar el presidente que sería la jefa del Ejecutivo y tras saludar a su compañero Ramón Alzórriz, se ha dirigido a sus socias Uxue Barkos (Geroa Bai) y Begoña Alfaro (Contigo Zurekin).

La investidura llega dos meses y medio después de las elecciones forales, que se celebraron el 28 de mayo y que mantuvo al PSN con 11 parlamentarios. El bloque de los socios que formaban el anterior Ejecutivo se redujo en dos asientos, pero con la abstención de EH Bildu los números daban igual que hace cuatro años.

Las elecciones generales y las diferencias entre los socios han ralentizado el proceso de investidura hasta tal punto de que a principios de agosto estuvieron a punto de romperse las negociaciones para formar Gobierno.

Finalmente, tras resolver las discrepancias internas en la coalición Geroa Bai, de la que forman parte los Socialverdes y el PNV, y una reunión entre los socios de Gobierno de cinco horas, se cerró un acuerdo que incluye un programa y una estructura para el Ejecutivo que presidirá Chivite.

La sesión de investidura se ha celebrado este lunes y martes, en pleno puente de agosto, cuando muchas localidades navarras celebran sus fiestas patronales y con temperaturas superiores a los 30 grados.

Esto ha provocado la curiosa imagen del parlamentario de EH Bildu Adolfo Araiz vestido de blanco y rojo durante la segunda votación, ya que se están celebrando las fiestas de su localidad, Tafalla. El lunes se perdió el inicio de las fiestas y este martes ha acudido directo procedente de ellas, con una blusa verde atada a la cintura.

El presidente del Parlamento, Unai Hualde, ha señalado que es el día de la "asunción de María", lo que ha provocado risas en el hemiciclo. La fecha festiva ha hecho que entre el público no hubiera mucha gente ni cargos de otras comunidades autónomas. Ha estado presente el delegado del Gobierno de España en Navarra, José Luis Arasti.

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La investidura de Chivite, en imágenes Javier Bergasa

La candidata hizo un discurso breve, de 45 minutos, a pesar de que contaba con tiempo ilimitado para exponer sus argumentos para ser elegida presidenta.

Los grupos que han votado en contra criticarona Chivite por firmar un "acuerdo de perdedores", seguir apostando por aprobar sus medidas con EH Bildu y no hacer caso a la oferta que UPN puso encima de la mesa de formar Gobierno con los regionalistas.

Entre los socios de Gobierno, cada cual marcó el que será su territorio durante los próximos cuatro años y cuáles serán sus exigencias, mientras que los abertzales recordaron a Chivite que estos próximos años no serán como los últimos cuatro años y que vienen a "segar".

Tras una primera votación en la que la candidata no logró la confianza de la Cámara, este martes, Chivite ha logrado más apoyos que votos en contra, por lo que seguirá en el cargo de presidenta.