En la antesala de la composición de la Mesa del Congreso, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, puso este miércoles las cartas sobre la mesa y confirmó que se postulará para la reelección al mando de una “mayoría progresista” en la Cámara baja. Ello aboca al rey a una situación inédita en los últimos años de cara a la ronda de contactos con los grupos que llevará a cabo la semana que viene, y en la que se tendrá que decantar entre dos aspirantes con supuestas posibilidades, Sánchez y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Para calentar la trascendental sesión plenaria de hoy, el secretario general del PSOE reunió ayer en el Congreso a todos los diputados y senadores electos de su partido, y en su primer acto público tras las elecciones generales valoró el 23-J asegurando que la alianza de PP y Vox fue derrotada en las urnas. Por ello, trasladó a Feijóo que “esta no es la hora de presionar al jefe del Estado, ni de cábalas mágicas, es la hora de la democracia parlamentaria”.

Una vez Felipe VI escuche a los portavoces de los grupos –al menos a los que accedan a reunirse con él, ya que Bildu, ERC y Junts han declinado hacerlo en los años precedentes–, es probable que designe en primer lugar al dirigente popular como candidato a ocupar el sillón de La Moncloa. Al menos en teoría, por ser el ganador de los comicios y por contar con más apoyos amarrados a día de hoy a juicio de los populares, 171 sumando los diputados del PP, Vox y el de UPN.

La mayoría absoluta para investir al presidente español está fijada en 176 escaños, así que todos los escenarios están abiertos, con incógnitas como el sentido del voto de Junts o Coalición Canaria. El misterio se mantiene también de cara a la Mesa del Congreso, cuya composición puede arrojar luz sobre la propia legislatura. Y es que un órgano de mayoría conservadora podría neutralizar las opciones de Sánchez a las primeras de cambio, ante la perspectiva de afrontar un mandato con el PP liderando las Cortes Generales.

Por lo demás, en su intervención de ayer Pedro Sánchez dibujó un escenario postelectoral con un PP en “estado de shock”, ya que “se pueden amañar muchas encuestas pero el voto no se puede amañar. Querían un plebiscito, lo tuvieron y perdieron”, aseveró. Los populares, junto a Vox, “pidieron una mayoría para retroceder y no la obtuvieron, ni en escaños ni muchísimo menos en votos. Querían imponer la marcha atrás y se han quedado aparcados”.

El resultado es que, según señaló Sánchez, el partido de Feijóo ha dinamitado todos los puentes con el resto de fuerzas y ello le impide formar mayorías al margen de Vox. Los pactos entre ambos para formar gobiernos autonómicos y municipales han acabado por aislarles, y el líder del PSOE concluyó que “la derecha solo entiende a una parte del país, viven en un país muy pequeño”.

RONDA DE CONSULTAS

La persona que sea elegida este jueves para presidir el Congreso se desplazará después a La Zarzuela para informar al rey de la constitución de la Cámara y dar cuenta de los partidos con representación parlamentaria. Así, Felipe VI podrá organizar su ronda de consultas, ya de cara a la próxima semana, para saber a quién plantea votar cada partido.