El president de la Generalitat, Pere Aragonès, de ERC, defendió ayer que la resolución del conflicto catalán pasa “de forma inevitable” por que la ciudadanía vote pero, al igual que el expresident Puigdemont, situó la amnistía como “punto de partida”. El referéndum llegaría en una “segunda fase”.

Así lo dijo en el acto por el 25 aniversario de la Declaración de los Derechos Colectivos de los Pueblos, celebrado en el Ateneu Barcelonès. “Hay que aprovechar esta oportunidad para hacer posible todo aquello que todavía hoy no ha sido posible, con la amnistía como punto de partida para asegurar, entre otras cuestiones, el retorno de los exiliados, e iniciar una segunda fase de negociación con el Estado que se centre en el conflicto de fondo”, dijo. Y añadió que el “conflicto de fondo” no es otro que “Catalunya quiere decidir su futuro”. “El independentismo tiene la llave de la gobernabilidad del Estado”, dijo en un acto en Barcelona, donde defendió que el 1-O es “una fecha sin la cual no se entiende el pasado más reciente de nuestro país, sino que no se entenderá el futuro que ya estamos construyendo”.

La ANC, por su parte, avisó a ERC y JxCat de que impulsará definitivamente una “lista cívica” electoral si siguen sin ser “eficaces” y, en lugar de trabajar para “hacer efectiva la independencia de Catalunya”, acaban apostando por investir al próximo presidente español.

En el manifiesto por la Diada publicado este sábado, aseguran que la Diada de Cataluña de este lunes 11 de septiembre es una “buena oportunidad para que la movilización independentista exija profundizar en el debilitamiento del estado represor y a la vez activar la mayoría del Parlament para hacer efectiva la independencia”.