Galicia se encuentra en plena cuenta atrás de cara a la celebración de unos comicios autonómicos cuyo pistoletazo de salida será este viernes. El 2 de febrero dará comienzo oficialmente la campaña, aunque las formaciones políticas ya han realizado los primeros movimientos de ficha en aras de lograr un buen resultado electoral.

La carrera comenzó el pasado 21 de diciembre tras el anuncio de un adelanto por parte del actual presidente de la Xunta. El popular Alfonso Rueda cumplió el guion anunciando que la cita se celebrará cinco meses antes de lo esperado. La llamada a las urnas para el 18-F, según justificó, la realizó para evitar la “incertidumbre”, una vez aprobados los presupuestos autonómicos para 2024. Los gallegos, sostuvo Rueda, debían ser quienes tomasen la palabra para dejar con manos libres al nuevo Gobierno. 

“Sánchez se presenta camuflado para implantar una sucursal de Moncloa en Galicia” Alfonso Rueda, candidato del PP a la Xunta

“El futuro de Galicia se va a decidir aquí, sin mediadores y sin hipotecas”, argumentó. Sin embargo, pese a esgrimir argumentos ligados a la política más cercana, la elección de la fecha se encuentra condicionada por un contexto propicio para el PP a nivel estatal. Su antecesor en la presidencia de la Xunta y ahora líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, vio clara la conveniencia del adelanto de los comicios gallegos, aprovechando así el tirón de una comunidad que les es favorable.

De hecho, pese a estar ante unas elecciones autonómicas, se espera que Rueda centre sus mensajes electorales en cargar contra los pactos del PSOE en Madrid, con críticas hacia la ley de amnistía y los acuerdos con Junts, ERC y Bildu. En definitiva, mirando a Madrid, el candidato de los populares buscará revalidar su mayoría en Galicia antes del previsible mal resultado en las vascas y de las elecciones europeas.

No obstante, aunque los sondeos se mantienen favorables al PP, el CIS de Tezanos se desmarca y cuestiona que Alfonso Rueda sea capaz de retener la mayoría absoluta. La encuesta, publicada el pasado jueves, pronostica que los populares serían los más votados, pero lograrían de 36 a 38 escaños, frente a los 42 diputados actuales.

Por su parte, el BNG de Ana Pontón mantendría su escalada, con una subida de hasta cuatro puntos, afianzándose como segunda fuerza en el Parlamento. De confirmarse, Pontón superaría el éxito cosechado en 2020, cuando logró el mejor resultado para los nacionalistas gallegos con 19 actas.

Las incógnitas a la izquierda residen en si Sumar será capaz de superar la barrera del 5% con la que obtener representación. También hay dudas sobre el PSdeG de José Ramón Gómez Besteiro cuyo objetivo pasa por elevar sus 14 diputados. El sondeo del CIS les pronostica un incremento de entre tres y cuatro representantes y para ello, los socialistas se emplean a fondo en impulsar a su cabeza de lista. 

“Feijóo no está ayudando nada a Rueda. Tienen miedo a que Vox se presente” José Ramón Gómez Besteiro, candidato del PSdeG a la Xunta

Arropado por la Ejecutiva de Sánchez, Besteiro es visto como la gran esperanza para remontar unos resultados estancados. De hecho, al tratarse de un rostro poco conocido, su promoción comenzó en marzo de 2023 tras ser nombrado delegado del Gobierno en Galicia por el propio Sánchez. Próximo al presidente del Gobierno español, se espera que protagonice una campaña con “agenda propia” y con la participación de pesos pesados del partido como Sánchez, Zapatero y otros ministros y altos cargos de la formación.

Fragmentación

En resumen, los socialistas llevan tiempo trabajando en dar con la tecla que revierta su situación y logre el sorpasso al BNG, un objetivo que se antoja complicado. Y si los socialistas fijan la vista en los nacionalistas gallegos, el espacio a la izquierda del PSOE se presenta fragmentado después de que la filial gallega de Podemos rechazase un acuerdo de coalición con Sumar, quien tendría escasas posibilidades de entrar en el Parlamento gallego.

Con un escenario abierto y posibilidades para el vuelco político, los morados mantienen su apuesta en solitario con la exconcejala coruñesa Isabel Faraldo como candidata a la Xunta. Fruto de las tensiones entre las cúpulas estatales de ambas formaciones, Faraldo competirá por el mismo espacio electoral que la formación de Yolanda Díaz, encabezada por Marta Lois. La que fuera portavoz de Sumar en el Congreso dijo “lamentar” la ruptura, aunque está por ver si acaba centrando sus proclamas en cargar contra la derecha o en marcar distancias respecto de los morados.

Por último, también es reseñable el paso al frente dado por Álvaro Díaz Mella como candidato de Vox. Pese a que Alfonso Rueda pidió, expresamente, al partido ultraderechista que no se presentase, este concurrirá con las esperanzas de lograr un escaño propio. Una decisión que, previsiblemente, implicará la pérdida de fuerza para los populares como ya sucedió en las elecciones del 23-J.

Estos factores han llevado a que el Centro de Investigaciones Sociológicas cuestione la mayoría absoluta del PP, deje fuera a Vox y Podemos y dibuje el escenario más abierto en Galicia de los últimos quince años. Ante un posible vuelco electoral, las llamadas al ‘voto útil’ serán una constante en una campaña que, aunque se presenta en clave autonómica, será el primer test para las formaciones con representación en el Congreso.

  • El BNG se refuerza. Ana Pontón, portavoz del BNG y candidata a presidir la Xunta de Galicia, y Martiño Noriega, portavoz de Anova-Irmandande Nacionalista, firmaron el 14 de enero un acuerdo, considerado el reencuentro del nacionalismo gallego, para concentrar los votos del 18 de febrero en la papeleta de Pontón. La candidata del BNG destacó tras la firma que el nacionalismo “tiene por primera vez” la posibilidad de presidir la Xunta.
  • Ourense. Su primer edil Gonzalo Pérez Jácome, conocido como el Trump gallego, ha protagonizado polémicas por su particular estilo y lengua afilada. Desde insultar a una candidata del BNG a enfrentarse a un policía local, el líder de Democracia Ourensana (DO), desembarcó en la Alcaldía en 2019 tras la firma de un insólito pacto con el PP. Jácome se apoyó en su eterno rival, el popular José Luis Baltar, a quien previamente llegó a tachar de “loco”, “cacique” y “psicópata con corbata”.
  • Elecciones vascas. Hay cierta sensación de que las elecciones vascas y gallegas han ido históricamente de la mano. Lo cierto es que ambos procesos electorales no se celebraron a la vez hasta el 1 de marzo de 2009, convocados por el lehendakari Ibarretxe y el entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. En 2012 y 2016, las elecciones volvieron a coincidir por decisión de Feijóo y Urkullu, quienes volvieron a repetir la fórmula cuatro años después. Fue el 12 de julio de 2020 cuando ambos comicios se celebraron juntos por última vez, condicionados por la pandemia.
  • Pellets. Miles de personas abarrotaron las calles de Santiago de Compostela, el pasado 21 de enero, para clamar contra la gestión de la Xunta ante la llegada masiva de pellets a las costas gallegas. Mientras los voluntarios siguen limpiando las playas, se suceden las críticas y los reproches contra la Xunta por haber repetido los mismos errores que hace 20 años con ‘El Prestige’.