UPN ya tiene casi listo el congreso del día 28 que renovará la cúpula y los órganos del partido. El Consejo Político zanjó ayer –con abrumadoras mayorías– los nuevos estatutos y los posicionamientos políticos y programáticos para los próximos cuatro años. Cristina Ibarrola –fugaz alcaldesa de Pamplona–, Alejandro Toquero –alcalde de Tudela– y Cristina Sota –exalcaldesa de Tafalla– serán quienes piloten la nave tras el periodo negro de Javier Esparza. El encargo es tan obvio como complicado: revertir la deriva de una sigla de poder en horas bajas, camino de los nueve años en la oposición y convulsionada por crisis internas y abandonos. ¿Cómo? Es un misterio, porque todos los debates importantes –alianzas, pactos, línea política...– han quedado aplazados para más adelante. La reunión de ayer fue reflejo de esa dinámica de apatía: asistieron menos de la mitad de los convocados –112 de los más de 230 miembros–.
Muchos de ellos, cargos públicos y afines a Ibarrola y Toquero. El detalle de las enmiendas más interesantes queda explicado en la columna de esta misma página, aunque no hay casi cambios con respecto a lo que ya publicó este periódico el viernes. Lo más sensible quedó confirmado: la lista, aunque sea única, podrá ser votada por la afiliación. Precisamente, fue la aspirante a presidenta la que ayer mismo, antes de la reunión, abonó la posibilidad de que la suya no sea la única candidatura. “Todavía queda la semana que viene para ver quién se presenta o quién se deja de presentar. Yo seré muy respetuosa si hay otra lista. Debatiremos proyectos y a partir del día 29 empieza una carrera por volver al Gobierno, porque lo mejor que le puede pasar a esta tierra es que tenga un gobierno de UPN”.
LAS ENMIENDAS
Votación de listas. Finalmente, y tras las críticas internas, UPN permitirá a la militancia votar a Ibarrola, Toquero y Sota aun en el caso de que no haya ninguna otra candidatura. La votación de los cargos unipersonales será en ‘pack indivisible’. Es decir, no se votará a cada uno por separado.
Aportaciones económicas. La enmienda planteada por el secretario de Organización para que los cargos públicos aportaran un plus económico –a partir de quien ingrese 15.000 €– a los gastos orgánicos fue rechazada.
Bicefalia. La propuesta no es nueva y planteaba que haya un presidente del partido y que otra persona sea el candidato al Parlamento –y eventual presidenciable–. Rechazada.
Agenda 2030. Hubo varias enmiendas que pedían posicionarse contra la Agenda 2030, “auto-lesiva para UPN”, según algunos. Rechazadas.
Dimensión de la Ejecutiva. Un miembro de la Comarca pedía que los presidentes de los comités locales de poblaciones de más de 10.000 habitantes fueran miembros natos de la Ejecutiva. Fue rechazada.
Integración de candidaturas. Una enmienda planteaba que, en caso de que hubiera dos candidaturas, la ganadora tuviera la obligación de integrar al menos el 25% de nombres de la candidatura perdedora en aras a la integración. Rechazada.
Ausencias en la Ejecutiva. Otra enmienda planteaba retirar el asiento a quienes faltaran al 50% de las reuniones de la Ejecutiva celebradas en un año. Fue retirada antes de votarse.
Urnas en merindades. Habrá urnas en las cabezas de Merindad. La idea la recoge la dirección después de que surgiera durante el periodo de enmiendas. Es una forma de facilitar la participación de los afiliados de fuera de Pamplona.
Plan Nacional del Suicidio. Sí que fue aprobada una enmienda para que la ponencia programática –que salió adelante por unanimidad– incopore una mención específica sobre que UPN impulsará y colaborará con el establecimiento de planes nacionales de prevención, como el caso de la necesidad de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio.
