UPN afronta este sábado el consejo político crucial para renovar la cúpula y los órganos del partido. La formación regionalista celebra –a partir de las diez en el hotel Iruña Park de Pamplona– una reunión que abordará las enmiendas parciales presentadas por la militancia a los documentos programáticos, políticos y estaturarios.

Y habrá cambios: las críticas internas a raíz de algunas propuestas –como la de no votar la dirección en caso de que haya una lista única– están detrás de algunas rectificaciones.

Precisamente, el consejo político reformará la idea original y habrá votación de los cargos unipersonales –los de la presidenta, el vicepresidente y la secretaría general– aunque solo haya una candidatura. Es decir, que el afiliado podrá votar a Cristina Ibarrola, Alejandro Toquero y Cristina Sota, que de momento conforman la única candidatura.

Tampoco saldrán adelante las enmiendas que proponían añadir una denominación en euskera al nombre de UPN ni las que planteaban que los cargos públicos tuvieran que hacer una aportación extra a los gastos orgánicos del partido a partir de los 15.000 €.

Será una reunión larga y con muchas intervenciones

Son algunos cambios que quedarán incorporados el sábado. Será una reunión larga. Hay muchas enmiendas y la ponencia estatutaria generará debate. Para que el encuentro no pase de las tres horas, la idea es conceder turnos de intervención de alrededor de cinco minutos a los suscriptores de las enmiendas, de tal manera que puedan defenderlas pero que la sesión no sea interminable.

No es una fecha buena para una concurrencia masiva: en el sábado de una semana rara que todavía es de vacaciones para muchos y sin una batalla de candidaturas de por medio.

Lo del tiempo tasado ya ocurrió algo similar en el penúltimo consejo político, celebrado en diciembre de 2023. Aquel fue un consejo intenso porque estaba muy reciente el golpe de la moción de censura contra Ibarrola en Pamplona.

Hubo muchas intervenciones. También de los críticos riberos que plantearon un escrito contra la dirección de Javier Esparza por cómo estaban gestionando el cierre del periodo negro de UPN, ese que arrancó en 2015 y está caracterizado por ocho años de agria oposición y crisis internas.

Ibarrola y Toquero: la única candidatura con posibilidades

Es una incógnita saber si la de Ibarrola y Toquero será la única propuesta para lo que en el partido conocen como cargos unipersonales, la terna de presidente-vicepresidente-secretaría general que forman el grueso de la dirección.

Cualquier afiliado puede dar el paso si reúne unos requisitos relativamente fáciles de conseguir: otros dos nombres y una veintena de militantes para la Ejecutiva.

Hay tiempo hasta el día 12. Lo que ya está más que claro es que, en caso de que haya otra alternativa, será poco menos que una anécdota el día del congreso, y que responderá al revuelto clima interno que ha generado en parte de los afiliados –las quejas de los portavoces de Berriozar y Berrioplano son los brotes de un malestar más profundo– las negociaciones entre Ibarrola y Toquero.

Las partes que pueden cambiar y las que no

Entre ellas, que el planteamiento inicial del partido fuera que, en caso de que solo existiera una candidatura, no hiciera falta votación. En el periodo de enmiendas, fueron Pachi Pérez –todavía secretario de Organización– o Alberto Catalán –diputado en el Congreso– quienes pusieron en duda la validez democrática de una decisión así.

El consejo del sábado sabrá encontrar la manera de corregir esa redacción original y garantizar la votación, aun en el supuesto de que no haya más opciones.

Rueda de prensa de Cristina Ibarrola y Alejandro Toquero en la sede de UPN, el miércoles pasado Patxi Cascante

La que no va a salir es una enmienda que proponía un asunto no menor: que los cargos públicos empezaran a hacer aportaciones extraordinarias a los gastos orgánicos del partido, con los primeros 15.000 € de ingresos públicos exentos.

Es una medida que ya funciona en otros partidos. La razón por la que es difícil que salga adelante radica en que muchos cargos públicos tienen una cuota de afiliado mayor.

Tampoco verá la luz la petición de que UPN instale una bicefalia, una separación entre la parte orgánica –con un presidente de partido– y un candidato al Parlamento –y presidenciable, llegado el caso–, encargado de la batalla política con el resto de partidos.

La propuesta no es nueva y precisamente la configuración de este congreso –donde la aspirante a presidenta del partido dice que quiere ser la candidata en Pamplona, no para el Parlamento– sirve una bicefalia de facto. En cualquier caso, todas ellas se debatirán. Y el sábado quedarán zanjadas en un sentido o en otro.